Les Corts Valencianes han sido esta semana el escenario del debate político sobre el presente y futuro de la Comunitat. La institución que representa el sentir de la ciudadanía en esta tierra acogió el miércoles el debate de política general, que es la cita anual en la que cada grupo parlamentario tiene la oportunidad de exponer su modelo de sociedad y las acciones a emprender para llevarlo a la práctica y garantizar la pervivencia del Estado del bienestar. Ese es el gran objetivo en el que todas las administraciones públicas estamos implicadas. El Ayuntamiento de Castellón, también.

En el transcurso del debate, pudimos escuchar los anuncios realizados por el president de la Generalitat que reafirman el interés especial del Gobierno valenciano con la capital de la Plana. Y vimos que Castellón cuenta ya en las decisiones del Gobierno valenciano. En dos años, el Gobierno de Puig ha reducido casi hasta en su totalidad la deuda que tenía con Castellón, ha firmado el convenio que permitirá la recuperación para la ciudad del edificio de los antiguos juzgados, en la plaza de Borrull y ha puesto en marcha el Fondo de Cooperación Municipal, que en su primer edición supuso una inyección de 600.000 euros. Ahora, la Generalitat ha anunciado una segunda parte del plan para financiar infraestructuras culturales turísticas y de movilidad urbana.

Ximo Puig ha dejado claros los nuevos ejes del Consell de cara al tramo final de la legislatura, en su voluntad por revertir la situación de deterioro institucional heredada de los gobernantes de la derecha, ha confirmado las prioridades sociales y económicas de la agenda política valenciana y ha anunciado la ampliación y mejora de los servicios públicos esenciales.

Fue un discurso solvente, riguroso, realista y esperanzador, con una hoja de ruta clara para sacar adelante la Comunitat Valenciana y con propuestas de relanzamiento socioeconómico, como el anuncio del inicio de los trámites para que el Gobierno central reconozca la conexión aérea entre Castellón y Madrid como de servicio público, lo que supondrá que las administraciones podrán impulsar que se establezcan vuelos que den más operatividad al aeropuerto. Otro anuncio importante fue el refuerzo del programa de empleo Avalem Joves, para facilitar la inserción laboral de la juventud. En el Ayuntamiento han sido contratados 78 jóvenes en el 2017. El Consell da respuesta a las urgencias políticas y propicia nuevas oportunidades para quienes más lo necesitan.

Es innegable el esfuerzo del Consell por compensar el déficit inversor histórico de los gobiernos de la derecha. Durante 20 años, Castellón estuvo fuera de las inversiones que condicionan el desarrollo social y económico. Solo se anunciaban promesas de megaproyectos sin sentido que la realidad acabó reduciendo a la nada. Ahora las cosas han cambiado y Castellón está presente en los objetivos estratégicos de la Comunitat Valenciana.

Lo podemos ver también en la reivindicación permanente con el Gobierno central, con la demanda permanente de la mejora de la financiación autonómica y de las infraestructuras y los servicios esenciales, como los trenes de Cercanías. Castellón cuenta.

*Alcaldesa de Castellón