Los minutos de silencio como muestra de dolor por las víctimas de Niza y rechazo al atentado se sucedieron ayer en las distintas instituciones políticas. Desde la Generalitat valenciana, pasando por el Ayuntamiento de Castellón, la Diputación provincial, la Subdelegación del Gobierno y la autoridad portuaria de la capital de la Plana, todos se solidarizaron con la masacre en la Costa Azul.

El president del Consell, Ximo Puig, quiso transmitir “el dolor compartido por todo el pueblo valenciano” por “una violencia contra personas absolutamente inocentes, pero también contra principios que compartimos absolutamente”. Para Puig el atentado perpetrado en Niza demuestra que “los fanáticos terroristas pueden intervenir en cualquier momento”, por lo que cabe “dar la respuesta necesaria, no solo desde el punto de vista policial, sino también desde del punto de vista político y diplomático”.

El president calificó lo sucedido como un “ataque contra la democracia y la convivencia pacífica”. Por su parte, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, incidió en que “ninguna agresión será capaz de hacernos retroceder en nuestro propósito de hacer del respeto, la tolerancia y la convivencia pacífica nuestros primeros y permanentes impulsos”.

Desde la plaza Mayor de Castellón, los representantes del Ayuntamiento de la capital, con la alcaldesa, Amparo Marco, a la cabeza, condenaron el atentado y mostraron su apoyo a las familias y amigos de las víctimas.

“Mi más sinceras condolencias al pueblo francés. El terrorismo nos ha vuelto a dar un golpe conmovedor”, afirmaba el presidente de la Diputación, Javier Moliner, durante el minuto de silencio que representantes de la institución provincial y funcionarios guardaron ayer en Las Aulas.

En el Grao de Castellón se concentraron también trabajadores del puerto y representantes de la autoridad portuaria. El presidente, Francisco Toledo, mostró su solidaridad y apoyo “a los familiares de los fallecidos y también a todo el pueblo francés”. H