Gracias a los más de 100.000 castellonenses que habéis votado a la candidatura que tuve el honor de encabezar el pasado domingo. Y gracias también a quienes votaron por otras opciones, que nos recuerdan que podemos hacerlo mejor.

En mi particular juicio, España ha superado el susto de disfrutar del primer presidente marxista de su historia, y ha evitado daños irreparables, pero ni todo está resuelto, ni tras las elecciones va a resultar fácil gobernar nuestro país.

¿Qué ha sucedido para que el Partido Popular haya ganado en 112 de los 135 municipios de la provincia? ¿Y en todos los grandes, con la excepción de Vinaròs? Esta ciudad se mantiene en manos de Podemos, aunque somos los populares quienes más crecemos allí.

¿Por qué cuando en Castellón se hablaba de triple empate, el PP obtiene 35.000 votos de diferencia respecto a Podemos y 41.000 con el PSOE?

¿Por qué nos han votado en esta provincia 106.566 castellonenses, 8.000 votos más, pese a que han votado 11.100 personas menos? ¿Por qué baja Podemos/Compromís/IU, el PSOE y Ciudadanos, mientras crecemos los populares? En mi opinión, por cuatro motivos:

1. El primer problema sigue siendo el paro, y con mucho aún por hacer desde las instituciones. Ciertamente, con el Partido Popular, 31.200 castellonenses han salido del desempleo, 1.285 en el último mes.

2. Ante la incertidumbre británica, griega, francesa o venezolana, los 18 millones de españoles y doscientos mil castellonenses que reciben una prestación o salario público buscan seguridad, y es evidente que un piloto recién salido de la academia, por guapo que sea, ofrece menores garantías que las miles de horas de vuelo de nuestro candidato Rajoy.

3. En Castellón, pese a la imagen de abandono nacional que trasladan medios y partidos de izquierda, es difícil esconder que en la última experiencia socialista, en ocho años se hicieron tres obras --dos inservibles desaladoras y el Castor, por el que Zapatero se disculpó--. En la actual etapa popular, se ha autorizado el aeropuerto y se ha realizado la variante Peñíscola-Benicarló-Vinaròs, casi la totalidad del AVE y se ha licitado la N-232 Vinaròs-Vitoria.

4. Los nuevos gobiernos municipales y autonómicos están decepcionando a muchos ciudadanos, pues al lamento permanente agregan sólo sectarismo -conciertos educativos, lengua…-- e improvisación.

Pasó la jornada electoral, y ahora toca buscar el gran acuerdo. Todos deberemos ceder, pero la creación de empleo, el sostenimiento de la sociedad del bienestar, la ambición de permanecer unidos y de afrontar juntos los desafíos europeos, y tantas otras cosas, deberían ser suficientes para alcanzar un acuerdo de mínimos y formar gobierno cuanto antes. Por el bien de todos. H

*Diputado nacional del PP