Estuve en la toma de posesión del nuevo presidente de la Diputación de Castellón, el socialista José Martí, a quien reitero mi felicitación, y salí hondamente preocupado.

Frente a la determinación y profusión de proyectos de futuro que acompañaban cada discurso de Javier Moliner --a quién ya se echa de menos-- en la etapa popular, tuve la impresión de que la ausencia de propuestas socialistas concretas se debía a que esperaban órdenes desde el Consell.

Espero equivocarme y que el gobierno provincial no se convierta en un ente sin personalidad, a merced de lo que se decida en València y entregado a Puig y Oltra, en lugar de a nuestros 135 municipios.

El presidente socialista de la Diputación contará con el respaldo de los once diputados populares para cualquier decisión favorable a nuestra tierra y para hacer respetar la autonomía que la propia Constitución reconoce a las provincias. Sea valiente y no le faltará el respaldo, señor Martí.

Confío en que las muchas necesidades de nuestros municipios, la mitad de ellos con alcaldesas y alcaldes populares, dejen en el capítulo de las anécdotas las afirmaciones de Compromís de retirar competencias impropias -sanitarias, educativas o sociales--, pero dedicar recursos a la memoria histórica, pues es más útil la Diputación atendiendo a menores y mayores, en escuelas o unidades respira, que derribando cruces.

Frente a una comunidad autónoma enormemente centralista, a Castellón le interesa una provincia fuerte, con medios de comunicación provinciales, asociaciones de aquí y una Diputación que la defienda, para ejercer de democrático contrapeso ante València o Madrid.

Por eso, cuando desde el Consell se multiplican los altos cargos y la lista de listas sanitarias de espera, y desde Madrid, Pedro Sánchez invierte solo el 1% nacional en la Comunitat Valenciana, es más sencillo defender a los 580.000 castellonenses junto a los diputados populares que ceder ante tamañas injusticias.

Por eso, es bueno que también la Diputación recuerde, por unanimidad como se venía haciendo, que con el cambio de Gobierno en España la provincia ha perdido un año, obras anunciadas como la autovía A7 --desde el aeropuerto a Tarragona-- se han desprogramado y pagamos el peaje en la AP-7 que es gratuita ya en Cataluña.

Como tampoco es admisible que el Consell se vaya de vacaciones sin responder una sola pregunta, desde diciembre, de las que hemos hecho sobre las insoportables listas de espera sanitarias, más de un año en cardiología.

Por todo ello, para apostar y defender a todos los habitantes de Castellón, cuentan con nosotros, pues por lo escuchado y leído parece que nuestra provincia está en riesgo.

*Presidente del PPCS