Querido/a lector/a, estos días en Francia esta de moda el libro Fils de la Nation (Hijo de la Nación). Me refiero al libro de memorias de J. M. Le Pen, el caudillo europeo de la extrema derecha. Y es que, a pesar de que no encontró a ningún gran editor dispuesto a publicarlas y tuvo que recurrir a una pequeña editorial, en estos momentos es el número uno de ventas en Amazon Francia. La cuestión es que no me extraña ni la negativa a imprimir sus elucubraciones, ni su éxito en ventas. Todo es explicable.

Digo que es sabido que para los grandes editores este viejo paracaidista representa la cultura colaboracionista del mariscal Petain con Hitler, encarna a quienes en nombre de Francia perpetraron las torturas más salvajes durante la guerra de Argelia y, peor aún, es de los que repiten que las cámaras de gas o los hornos crematorios de los judíos, crimen central del siglo XX, «es un simple detalle». En consecuencia, ni escucharlo, ni hablar con el y, mucho menos, editarle libros a un tipo que con un discurso odioso y criminal representa (con permiso de Albert Camus) la peste social. Lo peor.

Pero al tiempo (y eso nos ayudará a entender sus ventas), que no es menos cierto que con una experiencia tan dilatada y con una visión tan peculiar, genera curiosidad. A todo ello hay que unir que, por desgracia, y en la medida que desde la derecha, desde la socialdemocracia clásica y desde las instituciones de la UE, solo salen políticas de corte neoliberal que recortan el estado de bienestar y mantienen altas cuotas de paro, todos estos líderes y formaciones de ultraderecha, en la medida en que evolucionan y hacen del soberanismo y euroesceptismo (Francia para los franceses) una seña de identidad mas fuerte que la lucha contra los inmigrantes, por desgracia empiezan a generar entre los trabajadores (fundamentalmente en paro) más que curiosidad: me refiero a esperanza, lectores y electores.

*Analista político