Cavadas , el Doctor Milagro para muchos, estuvo en El Hormiguero de Pablo Motos y largó lo que no pocos ciudadanos comentan desde la confusión y el estupor. El cirujano, reconocido internacionalmente por sus intervenciones pioneras, dijo lo que piensa sobre la génesis y gestión de la pandemia del covid-19, sin pelos en la lengua y hablando clarito.

También alertó sobre las dificultades en la obtención y posterior aplicación de la vacuna. Como cualquier personaje excepcional, llamado a salirse de lo políticamente correcto en todos los ámbitos de la vida, Cavadas tiene detractores, en este caso y sobre todo, entre parte de la comunidad médica y científica donde abundan las envidias profesionales. Ahora, por opinar en libertad utilizando sus conocimientos médicos, se ha granjeado la antipatía de una parte del arco político nacional de izquierdas. Claro que Cavadas, con tanta sencillez como inteligencia, seguro que seguirá su camino sin mordazas.

Caen chuzos de punta en la vida cotidiana de los españoles, la política está más encabronada que nunca y nos suenan infantiles las palabras de Alfonso Guerra durante la Transición, aquellas que tronaban con desconocida temeridad en el hemiciclo del Congreso: «Si el caballo de Pavía entrara en el Parlamento, Suárez se subiría en la grupa». Hoy Guerra es un socialista lúcido que sigue sin traicionar sus ideales y, al igual que Cavadas, tiene el lenguaje nítido del patriota de corazón. «A la política no quieren venir los mejores», ha dejado dicho el sevillano al referirse a la gestión de la epidemia vírica que nos ha cambiado la vida, poniendo en un brete la salud y la economía. Un virus convertido en vendaval político. H

* Periodista y escritor