Querido lector:

El centralismo de Valencia en relación a las provincias de Alicante y Castellón siempre está ahí. Lo impregna todo. La política, la economía, la cultura... A Valencia le encanta mirarse el ombligo. La Comunitat Valenciana se circunscribe a la ribera del Turia y poco más. Y siempre será así, sean valencianos de la capital o de la provincia los que gobiernen las instituciones, organizaciones o entidades relevantes o sean alicantinos o castellonenses los que lo hagan. Porque aunque estos últimos predicaran lo contrario, se convierten rápidamente a la causa y siempre encuentran excusa para justificar ese alineamiento valenciano. Claro, es el Cap i Casal.

Para sacar esta conclusión sobre la desvertebración territorial de los valencianos, esta vez no me he basado en el famoso decreto turístico y deportivo que mantiene en armas a la Generalitat y a las diputaciones provinciales de la periferia, sino en la solución enhebrada con alfileres que han adoptado las patronales valencianas, las de las tres provincias y la que las aúna a las tres, la autonómica Cierval, para acabar con las tensiones internas que las han mantenido en pie de guerra soterrada durante muchos meses.

Es un acuerdo que dicen que han adoptado, aunque no especifican en qué términos, y que dicen también que solventa su forma de actuar ante los problemas económicos y legales que padecen y que arrastran desde hace tiempo, pero que en realidad no describen. Un secretismo disfrazado de acuerdo que si bien quiere vestir de solución los problemas alicantinos (económicos) y castellonenses (legales), lo que esconde en realidad es una pugna descarnada por el control. Un control, como ya habrán imaginado, que quiere ejercer la patronal autonómica Cierval sobre Alicante (COEPA) y Castellón (CEC) con la ayuda de la Confederación de Empresarios de Valencia (CEV) ahora que las dos primeras están en crisis. El eterno centralismo al que hacía referencia, ejercido esta vez con la bandera del antídoto ante los problemas.

Sería bueno que la solución que dicen tener sea verdad y no una subyugación periférica. Pero dado los precedentes, me temo que no.