La gala de los premios Goya ha sido la vida misma, retratando los problemas de este país. Con casi 4 millones de espectadores y una cuota del 26% de pantalla, los Goya fueron la voz de la ciudadanía. En los discursos se retrató la realidad, se denunció el atropello de derechos, la corrupción, agradeciendo al mismo tiempo el trabajo de la política honesta. Se defendió la justicia, se reivindicó la igualdad, y nos fuimos emocionando con la visibilidad del feminismo, la conciliación y paternidad, diversidad, inclusión, derechos humanos, libertad de expresión, memoria histórica…

Fue emocionante el premio recibido por Gaza como mejor cortometraje documental. Un trabajo que muestra aquello que no quiere el gobierno de Israel que veamos, la violación permanente de los derechos del pueblo palestino que sufre desde hace décadas el apartheid israelí. Carles Bover remarcó que «a pesar de los intentos de censura sufridos, estamos aquí y se ha roto el silencio en defensa de los derechos humanos». Muy merecido también el Goya a la mejor película documental El silencio de los otros sobre la memoria histórica, el abandono de las víctimas y la necesidad de justicia contra la impunidad de los crímenes del franquismo.

Otro de los momentos estelares fue el discurso de Arantxa Echevarría, directora de Carmen y Lola, premio a la mejor directora novel. «La madurez de una sociedad se mide por el lugar que ocupa la mujer en ella, así que tenemos que pensar mucho si España es suficientemente madura», dijo reivindicando igualdad, diversidad, identidad sexual y los derechos de las mujeres, amenazados por la ultraderecha. Y máxima emoción con las palabras del actor Jesús Vidal. «Han distinguido a un actor con discapacidad. Ustedes no saben lo que han hecho con este premio. Me vienen a la cabeza tres palabras: inclusión, diversidad, visibilidad». El cine sirve para contar historias cotidianas, humanas, mostrar la realidad, para reflexionar. Es un espejo ciudadano y el sábado encendió muchas luces, fue la voz de los más vulnerables haciendo un llamamiento a la integración de todas las personas discriminadas, a la defensa de la memoria colectiva, justicia, derechos humanos y libertades. El cine sirve también para hacernos mejores personas, para construir una mejor sociedad que no cierre los ojos al presente e incierto futuro.

*Periodista