El pasado sábado, convocados por la Plataforma per la Dignitat del Llaurador, estuvimos participando en la manifestación de Valencia en defensa de la citricultura. 103 municipios de toda la Comunidad Valenciana, junto a la Unió de Llauradors, FEPAC, Copperativas, sindicatos riegos y pozos, asociaciones locales de agricultores…. Todos juntos, a una misma voz, exigiendo al Gobierno de España y a nuestros representantes europeos que tomen las medidas urgentes y necesarias para salvar la citricultura, miles de puestos de trabajo, nuestro medio ambiente, una forma de ser y de vivir, y el paisaje de varias comarcas valencianas.

Y precisamente, el estar juntos todos sin colores políticos y habiendo conseguido unir a todo el sector de la provincia de Castellón, es lo que parece que no gusta a los que nos quieren divididos, a los que nos necesitan divididos, para que la agricultura valenciana pueda seguir siendo moneda de cambio en acuerdos comerciales para que otros ganen. Y aunque les pese, no van a poder con este movimiento imparable que seguirá manifestándose y llevando a cabo las acciones pertinentes hasta dignificar el trabajo del agricultor y salvar nuestra citricultura. Tampoco gusta a los políticos responsables que nos manifestemos y por ello, algunos, lanzan mensajes contrarios a la plataforma y piden al agricultor que trabaje más, como si el agricultor tuviese la responsabilidad de que nuestros representantes políticos nos hayan traicionado y hayan firmado acuerdos indignos con países terceros.

*Alcalde de Nules