Hoy comienzo mi colaboración con esta columna en la que cada domingo intentaré aportar mi visión crítica pero ilusionada de los temas que afectan a Castellón.

En este primer artículo les voy a escribir sobre el desprestigio que nos supone a todos los castellonenses tener una vicealcaldesa imputada, o como se llama ahora tras el cambio de la ley de enjuiciamiento criminal, investigada, algo que parece ser que desconocía el bipartito pero que la secretaría del Ayuntamiento ha corroborado.

Que el bipartito de socialistas y Compromís hace aguas es algo que vivimos cada día con una ciudad paralizada, pero que a esto sumemos que los dos vicealcaldes que ha tenido el bipartito esta legislatura estén siendo investigados por presuntos delitos de malversación de fondos públicos y falsedad documental y no den explicaciones públicas deja muy claro que eso que nos quisieron vender de un gobierno transparente y ejemplar era de lo que presumían y de lo que más han carecido estos años. La posición del bipartito en este tema deja clara la incoherencia según a quién afecte una investigación. Los 27 concejales que forman la corporación municipal firmaron un código de buen gobierno donde especifican claramente que si algún concejal es imputado (investigado) debe dejar sus funciones hasta que se dirima el resultado de esa investigación. Ese código se lo ha saltado Brancal, pero también se lo esta saltando la alcaldesa Marco, que cada día que pasa es más cómplice de tener una vicealcaldesa investigada y no hacer cumplir el código de buen gobierno cesando a Brancal de sus funciones.

El Partido Socialista, Compromís y sus socios de Castelló en Moviment (Podemos), han firmado un pacto de silencio sonrojante para todos los que creemos en la política como escaparate de la ejemplaridad que deberíamos tener en nuestra sociedad.

*Secretario General PPCS