No las verán en televisión, no queda bonito, ni acorde con la campaña de buena imagen gubernamental.

No serán casi difundidas, hasta que no quede más remedio. Pero la verdad es que cada día se incrementan por causa de una pésima gestión política, de los ERTE, los ERE, la ausencia de ayudas reales, los despidos, la falta de trabajo, el fin de los ahorros de las familias, a lo que se suma el coronavirus que nos afecta más que a nadie. Todo ello mal combinado puede llevar a la indigencia. La gente que está allí no lo hace por gusto sino por necesidad.

Y la hay de todo tipo, desde homeless de toda la vida hasta muchas personas de clase media a las que la vida les ha traicionado. La situación es muy mala, pero también lo es la gestión de quienes tienen la responsabilidad de intentar solucionarlo, lo que no parece que quieran ni sepan hacer. Las verás en Cáritas, Casa de Caridad, Cruz Roja, asociaciones vecinales, organizaciones benéficas, religiosas, sociales, oenegés, bancos de alimentos, etc.

Pero resulta evidente que no las verás en la puerta de los partidos políticos y menos todavía en los de la extrema izquierda, que hablan mucho pero hacen poco.

Menos mal que el pueblo español es uno de los más solidarios de todo el mundo y cuando hace falta la gente ayuda en lo que buenamente puede, es la hora de apoyar a los que lo necesitan, y por otro lado es de lo más gratificante que se puede hacer.

Quien busca comida y los productos básicos para subsistir está muy desesperado y hay que ayudarle. Los poderes públicos tienen la obligación de hacerlo; ante su ineficacia, la sociedad civil lo intenta. Menos mal. H

*Notario