El personal sanitario se ha dejado la piel y la vida para salvar a nuestros vecinos, a nuestras familias, al resto de compatriotas. Han sido parte fundamental de ese heroísmo que, cumpliendo con su trabajo, han plantado cara a la pandemia del covid-19 con valentía y garantías.

No hay reconocimiento posible ante aquellos que, pese a las dificultades, siempre estuvieron ahí. Que cuando fallamos, también estuvieron ahí. Que pese a la crispación política que algunos alimentaron, se pusieron por encima de todo y respondieron con la dignidad y lo mejor de nuestra patria: la fraternidad, el esfuerzo y el cuidado y la curación de los demás.

La pandemia que hemos vivido, que seguimos padeciendo, ha sacado lo peor y lo mejor de nuestra sociedad. Ha traído los aplausos, la solidaridad, el cumplimiento de las medidas para combatir unidas al virus, pero también ha sacado lo peor: el egoísmo, la envidia y la estigmatización.

Hace una semana convalidamos en les Corts el Decreto Ley 17/2020, de 16 de noviembre, de aprobación de medidas por el esfuerzo realizado por el personal del Sistema Valenciano de Salud y del Sistema Público Valenciano de Servicios Sociales durante el estado de alarma por el covid-19, estado que fue declarado por el Real Decreto 463/2020. Este decreto pretende ser un pequeño reconocimiento a esos esfuerzos y sacrificios por el bien común, de los que realmente lo han dado todo y se merecen todo. Por uno de esos tesoros de nuestro país que ha dado la cara mientras algunos le daban la espalda. La sanidad pública y los profesionales que le dan vida son de lo mejor que hemos construido como país, pese a algunos que la desmantelaron, pese a algunos que quisieron subordinar el bien común de la gente a los beneficios privados de unos pocos.

Este decreto pretende, humildemente, reconocer parte de ese esfuerzo mediante una gratificación extraordinaria. Se prevé 43.700.100 euros, destinados a compensar económicamente al personal sanitario y no sanitario del ámbito de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, y de la Vicepresidencia y Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas. Hombres y mujeres, que atendieron de forma directa las consecuencias de la pandemia entre el 14 de marzo y el 21 de junio.

Es necesario adoptar medidas que promuevan el reconocimiento del personal, además que muestren la gratificación ante el gran trabajo durante la emergencia social derivada de esta crisis. Por ello esta compensación, como bien señala en su exposición de motivos el decreto ley, abro comillas «al personal sanitario, no sanitario y sociosanitario público que atendió con profesionalidad y compromiso tanto a la ciudadanía que acudía a los centros de salud y hospitales con todo tipo de patologías, especialmente relacionadas con la pandemia, como a los colectivos extremadamente vulnerables, entre los que se encuentran las personas mayores y las personas con diversidad funcional».

Desde mi grupo parlamentario, Unides Podem, hemos apoyado la convalidación de dicho decreto ley por ser un decreto de la dignidad. Con la conciencia de que todo reconocimiento es poco, pero con la convicción de que, paso a paso, pondremos las instituciones a la altura de la dignidad ciudadana de nuestro país. H

*Diputada de Unides Podem por Castellón en les Corts