La Transición no fue un acto de olvido, fue un acto de perdón por las salvajadas que se hicieron los dos bandos antes, durante y después de la guerra. La Transición fue un abrazo». ¡Qué gran lección! Así lo expuso Adolfo Suárez Illana, nuestro compañero en el Partido Popular e hijo del gran presidente del Gobierno de España Adolfo Suárez, quien el jueves atendió nuestra invitación y participó en un coloquio sobre la necesidad de volver al espíritu de concordia que se vivió hace 40 años.

LO HIZO ante 250 personas con la honestidad, convicción y moderación que han marcado su faceta política, tomando el testigo del legado de su padre. Respeto al adversario, participación, compromiso por dejar una sociedad mejor, consenso… fueron las ideas que marcaron su disertación de dos horas y media. Pero sobre todo apeló a salir del letargo en el que ha caído la sociedad actual. Es necesario ser más exigentes con los políticos, pero también con uno mismo, buscando qué podemos aportar para mejorar la situación en lugar de culpar a los demás.

Vivimos tiempos convulsos. España se ha vuelto a dividir en bandos rojos y azules, se desentierra la historia pacificada y se arrancan literalmente las aceras para imponer ideas… Vivimos tiempos en los que he tenido que soportar pintadas de Puta facha en la puerta de mi propia casa, en los que Castellón se llena de lazos amarillos o concejales protestan contra sentencias judiciales. No vamos bien. Es hora de trabajar desde el respeto y de fomentar lo que nos une. Ya lo dijo el presidente Adolfo Suárez: «El futuro no está escrito, porque solo el pueblo puede escribirlo».

*Portavoz del PP en el Ayuntamiento de Castellón