El gobierno de Puig ha colgado ya el cartel de cerrado por vacaciones. Lo cierto es que desde que se celebraron las pasadas elecciones del mes de abril, no se ha tomado una sola decisión en beneficio de los valencianos. Ante tanta pasividad, entra dentro de lo normal que un gobierno que permanece inactivo desde su creación se tome un respiro, producto del duro estrés de tener que nombrar un asesor, un alto cargo... y así cerca de doscientos.

El presidente Puig nos contó a los valencianos que el tema de adelantar las elecciones era para marcar la agenda valenciana, y así poder resolver los problemas de los valencianos antes. Pero lo cierto es que la agenda valenciana ha sido la de nombrar y nombrar cargos sin parar. El tema de la falta de financiación y recursos económicos para la Comunitat, mejor lo ha dejado para después de las vacaciones, dado que casa mal incrementar consellerias, altos cargos y asesores, y al mismo tiempo decir que no hay dinero. Puig ha demostrado que tiene dinero para lo que quiere, y primero son los asesores y cargos sin límites, y luego ya vendrán los valencianos.

Pero mientras el presidente Puig se relaja en vacaciones, la Comunitat lidera el paro, los impagos y la morosidad. Estos sin duda deben ser temas menores para un presidente que desde el mes de marzo, y hasta bien entrado septiembre, no pisará les Corts para ser fiscalizado por la oposición. Seis meses después de la última sesión de control al president, la Comunitat ha empeorado y Puig de vacaciones.

Poco o nada sabemos del acuerdo de gobierno que Puig firmó con Compromís y Podemos, nada sabemos de qué piensa hacer ante el aumento del paro y la ralentización de la economía. Desconocemos qué medidas piensa tomar para combatir la morosidad de su administración con empresas y autónomos, o el plan de choque para afianzar el sector cerámico. De la agricultura y los cítricos mejor ni hablamos. Mientras Puig inicia sus vacaciones, los barracones inician su instalación o mantenimiento de cara al nuevo curso, y las universidades sin la financiación prometida por el Consell. Los ciudadanos siguen esperando, y esperando, para lograr ser intervenidos o visitados en nuestros hospitales, y los empleados del Hospital Provincial acaban de recibir en forma de publicación en el Diario Oficial, que se les propone cobrar un 30% menos. Puig ha conseguido que su sanidad sea la de las listas de espera interminables y la de los recortes a los salarios de los profesionales.

Mientras todo eso, y más, ocurre, Puig plácidamente seguirá de vacaciones y el Gobierno de Sánchez le seguirá diciendo que tiene que ajustar su gasto en 1.500 millones de euros. Frente a esa advertencia de Moncloa, es de suponer que seguirá aumentando y nombrando asesores y altos cargos, y tocará el sueldo a los empleados sanitarios del provincial.

Las vacaciones de Puig parece que nos van a costar muy caras y que el mes de septiembre vendrá muy duro con ajustes y recortes, de un presidente que ya es conocido como Puig el recortador, y no precisamente de toros y vacas que tanto abundan en nuestras tierras este verano.

*Vicesecretario general del Partido Popular de la Comunitat Valenciana