Cuando la corrupción te toca en casa duele. Así nos sentimos quienes seguimos creyendo que el proyecto del PP es el mejor para salvaguardar la estabilidad de nuestro país y garantizarnos un futuro de oportunidades. Pero nos han hecho daño, mucho, gente sin escrúpulos y sin conciencia, personas que en algún momento nos inspiraron tanta confianza que incluso habríamos puesto la mano en el fuego por ellas y que nos han traicionado, a nosotros casi más que a los demás. Como en esa familia en la que uno de sus miembros roba al resto ignorando a sabiendas el perjuicio que ocasiona solo por una ambición que siempre será momentánea.

La corrupción afecta más a quienes han gobernado por más tiempo. El PSOE en Andalucía, CiU en Cataluña, el PP en la Comunitat Valenciana… Solo pensarlo te hace cuestionarte muchas cosas, pero sobre todo te obliga a plantearte cómo se puede recuperar la confianza perdida. Estamos haciendo esfuerzos, pero no es fácil, porque hubo una época en la que la tentación se extendió como un cáncer demoledor entre un sector de políticos que vivían en su particular Sodoma y Gomorra a costa de los ciudadanos pero que, con el mismo símil, cuando creían librarse se dieron la vuelta y se convirtieron en estatuas de sal ante la Justicia, que debe ser implacable.

En contrapunto, la corrupción es un dulce sabroso para el apetito sediento de guillotinas de quienes supuestamente nunca se corrompieron, pero tampoco nunca gobernaron (hay quien sin gobernar, en el ámbito privado, ya ha demostrado tener oscuros intereses cubiertos de billetes). Estos jueces sumarísimos que no conocen de perdones cuando se equivocan —de eso sé bastante a título personal—, se tiran al cuello del primero que pasa con un carnet concreto y le llaman corrupto aunque solo firmara unas facturas para que unas familias trabajadoras cobraran sus salarios.

El destino se está volviendo contra quienes nos engañaron, pero también se volverá contra los que hacen daño porque sí, aprovechando la coyuntura y el malestar general, independientemente de los inocentes que se lleven por delante. H

*Concejal y presidente del Partido Popular de Nules