Cuando los responsables políticos y por lo tanto de gestionar la Atención Primaria hablan de ella, siempre nos recuerdan dos preceptos: «la Atención Primaria es el eje vertebrador de nuestro sistema sanitario» y «es la puerta de entrada a nuestra sanidad». Partiendo de estas dos premisas es de esperar que cualquier responsable ponga todos sus esfuerzos en garantizar el buen funcionamiento de la misma, puesto que de lo contrario se pondría en un verdadero jaque nuestro sistema sanitario.

El problema es que la realidad es muy distinta, desde los primeros años de los recortes, donde la peor parada de los niveles asistenciales fue la Atención Primaria. Es con las medidas neoliberales, aplicadas a nuestro sistema sanitario, cuando comienza a hablarse de usuarios-clientes en lugar de pacientes, con una clara mentalidad hospitalocentrista, donde la cenicienta era siempre la Atención Primaria en beneficio del hospital. La desaparición de la dirección general de Atención Primaria del organigrama de la Conselleria de Sanidad, al ser integrada junto a la hospitalaria dependiendo de las gerencias hospitalarias de los departamentos de salud, fue haciendo que esta se desdibujara funcional y económicamente. Pero también hay que tener en cuenta los últimos cuatro años de gestión de un nuevo gobierno y, ahora ya, con un tripartito en el Govern de la Generalitat que había provocado la esperanza de que se produjera un cambio en este sistema. Pero la realidad ha sido tan distinta que causa realmente verdadera confusión y preocupación entre los profesionales de Primaria. Como bien se sabe por las noticias que aparecen en prensa, el nivel de sustitución ha llegado casi al cero; la excusa es que no hay médicos ni personal de enfermería, pero no se hace nada para resolverlo. En consecuencia hemos llegado a niveles que nunca nadie pensó que podrían darse.

Hace no mucho tiempo la Conselleria, las sociedades científicas de Primaria y los colegios de médicos firmaron la agenda AP21 que, entre otras cosas, hablaba de 10 minutos por paciente. Ahora tenemos listas de espera en Primaria que, en lugar de atender a los pacientes en 48 horas, se tarda 8-10 días en muchos centros de salud. La Atención Primaria ha supuesto en nuestro sistema sanitario, sobre todo desde finales de los 80 y principios de los 90, con su especialidad Medicina Familia (especialidad vía Mir como el resto) un revulsivo y un impulso para potenciar este nivel asistencial, pero sin aportación económica finalista (para este sistema), sin recursos humanos y sin una dirección independiente del hospital.

Nuestra Atención Primaria tiene una grave enfermedad que de no poner remedio hará que caiga todo el sistema Sanitario. Difícilmente se hace algo por aquello en lo que no se cree, de ahí el título de este artículo. Dos apuntes: la conferencia de Alma Atta de 1978 definió la Salud como «un estado de bienestar físico, psíquico y social...», algo que algunos autores hoy definen como un estado solo posible en lo que dura un orgasmo, y no olvidemos algo muy importante, tras una crisis económica como la pasada, con sus consecuencias sociales, se ha elevado el nivel de pobreza en nuestro país, y este es consustancial al estado de salud. Alguien entendería que si no es su médico de cabecera, (como se llama al médico de familia, y es así porque es el que se sienta a la cabecera de la cama del enfermo, al que conoce al igual que a su familia), ¿alguien de otro nivel asistencial podría tener en cuenta las necesidades de sus pacientes? económicas, sociales , familiares etc.

Todos los responsables políticos, los que gestionan directamente la sanidad, los sindicatos para luchar por las necesidades de la población y los colegios profesionales debemos ponernos manos a la obra ya, pero ya es ya. Porque de lo contrario, nos jugamos nuestra Sanidad. Se ha ido desvirtuando la Atención Primaria y a sus profesionales, denegándoles las interconsultas, pasando a los médicos del hospital basándose en protocolos realizados por ellos mismos, retrasando las pruebas meses y meses, y teniendo que atender a consulta a todos los pacientes no demorables de los médicos y médicas que no están y no se ha sustituido, práctica que hoy por hoy se extiende a todo el año. El déficit de las plantillas en Primaria es tan palmario que la gran parte de los responsables de los centros de salud explican que falta como mínimo un 20/30% de lo que se necesita cada día cuando se abren los centros para seguir prestando un servicio óptimo y de calidad.

Desde CCOO seguimos creyendo y seguiremos defendiendo la Atención Primaria, fuimos la envidia de muchos países, sus profesionales estarán encantados de contar con el apoyo político y ciudadano para poder volver a serlo.

*Secretario General de CCOO PV

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