Háganse hoy esa pregunta. Han pasado 15 meses desde que muchos gobiernos de izquierdas accedieran a numerosos ayuntamientos de la provincia, entre ellos el de Castellón. Han pasado 15 meses y a su juicio ¿cuántas cosas han cambiado?, ¿han notado el giro social que pregonaban?, ¿el cambio radical que prometieron? Esas son algunas de las preguntas que me hice a mi misma mientras preparaba las intervenciones para el pleno del debate del estado de la ciudad celebrado el pasado jueves en el Ayuntamiento de Castellón.

Cuestiones que me llevaban al mismo sitio: Castellón está abandonada porque no hay gobierno. Y no hay gobierno porque la alcaldesa socialista ni sabe, ni quiere, ni puede gobernar. Y me explico. No sabe porque cuando se gobierna se ha de ser reivindicativo y Amparo Marco no lo es con su compañero de partido, el president del Consell, Ximo Puig. La alcaldesa no sabe exigirle aquello que Castellón necesita y hemos visto que pinta muy poco en el Palau de la Generalitat. Prueba de ello es el recorte del 7% en los Presupuestos que la Generalitat destina a Castellón. Pero es que Amparo Marco tampoco quiere gobernar porque prefiere dedicar parte de su tiempo a otra actividad distinta a la de dirigir su ciudad, que no solo debería ser su prioridad sino su única preocupación y obligación. Solo así se entiende que Castellón, lamentablemente, tenga una alcaldesa a tiempo parcial que desatiende tantas y tantas obligaciones municipales, incluidas las de representación ante colectivos ciudadanos y eventos que organizan y celebran.

Y Amparo Marco no puede gobernar porque los socialistas, los nacionalistas de Compromís y los podemitas de Castelló en Moviment hicieron de la aritmética necesidad una virtud para alcanzar con una suma de pequeños perdedores lo que los castellonenses les negaron en las urnas. Castellón está paralizada porque en esta ciudad 30 personas deciden por 180.000. Un pequeño círculo que mantiene maniatada a una alcaldesa que es capaz de reconocer que incumple sus promesas electorales tal y como dijo en el pleno. Un alarde de sinceridad preocupante pues si asume que es incapaz de hacer aquello que dijo ¿por qué íbamos a creer que hará lo que dice que va a hacer? Señora Marco, trabaje por los castellonenses, trabaje en cuerpo y alma, merecemos una alcaldesa a tiempo completo porque los ciudadanos merecen políticos comprometidos, con ideas, ejemplares y responsables. Quizá se llevara una sorpresa si se preguntara más a menudo y se respondiera a sí misma con sinceridad ¿cuál es el estado de mi ciudad? H

*Portavoz del Grupo Municipal Popular en Castellón