Parece una instalación industrial con una nave amplia y varios depósitos a su alrededor. Pero, en realidad, es una fábrica de agua obtenida directamente desde el mar tras un proceso que la convierte en apta para el consumo humano y el uso industrial agrícola. Esta es la descripción básica de una planta desaladora.

En España, la primera desaladora se construyó en 1965 en Lanzarote (Canarias), con la tecnología de evaporación, que hoy apenas se utiliza y que se ha sustituido por la ósmosis inversa. Se trata de un fenómeno que ya existe en la propia naturaleza. Ósmosis es el proceso natural por el que cualquier vegetal absorbe sales del suelo. Desalar el agua consiste precisamente en lo contrario: eliminar la sal.

En 1971 fue cuando vio la luz en España la primera planta por ósmosis inversa, situada en Gran Canaria. Casi 35 años después, las empresas españolas (constructoras e ingenierías) son líderes mundiales en esta tecnología, que ya instalan plantas de este tipo en países como Argelia o Emiratos Árabes. H