Finaliza la legislatura que, según Podemos, PSPV y Compromís, estaba llamada a ser la de la transformación de Vinaròs. Municipio en el que lo único que se ha transformado son los discursos de todos aquellos que en el 2015 prometían una nueva piscina, eliminar los barracones del Jaume I, un plan de emergencia social, la supresión de la tasa de basuras, una auditoría inmediata y, por supuesto, todo ello acompañado de cantidades industriales de transparencia.

Hoy en Vinaròs continuamos pagando la tasa de basuras. El colegio Jaume I continua en barracones. La nueva piscina no se ha hecho. La auditoría no solo no fue inmediata, sino que no fue. Y el único plan de emergencia conocido fue el de la concejala del área social para dimitir y abandonar el gobierno municipal al constar que lo que decían en campaña no tenía nada que ver con lo que estaban haciendo.

Si a todo ello añadimos que las listas de espera del Hospital Comarcal empeoran día a día, sin que nuestros gobernantes locales, tan reivindicativos ellos hace 4 años, sean ahora capaces ni tan siquiera de recordar a su gobierno autonómico que lo que está pasando en nuestro hospital es una vergüenza.

Vinaròs es muestra de la inacción de los gobiernos de Podemos, PSPV y Compromís. Donde lo único novedoso que ha pasado en 4 años ha sido el escandaloso reparto de sueldos entre los concejales que dijeron venir a regenerar la vida pública y lo primero que hicieron fue ponerse en nómina, como políticos profesionales. Pasando de un gobierno municipal con concejales sin nómina, (la legislatura del PP), al Vinaròs de Podemos PSPV y compromís donde 6 de sus 11 integrantes pasaron a engrosas la plantilla del Ayuntamiento con sus 14 pagas. Y, lo peor de todo, que nunca tanta pasividad estuvo tan bien remunerada.

*Portavoz del PP en Vinaròs