El primer domingo del mes, cuando publica Mediterráneo mi colaboración, cae esta vez en 6 de octubre. Hoy hace cuatro años del acto de mi toma de posesión como presidente de la Autoridad Portuaria de Castelló gracias a la confianza que depositó en mi el president Ximo Puig. Es pues un momento idóneo para hacer balance, sin autocomplacencia, porque caer en ella es el principio del fracaso.

No pretendo criticar el pasado porque ya saben que ese no es mi talante. Siempre pienso que quienes me preceden lo hicieron lo mejor que pudieron y supieron. Mi madre me decía que quien mira atrás tropieza y se cae, y quizá por su tesón en inculcármelo siempre me ha gustado mirar hacia delante, cuando más lejos mejor, y marcar el paso en la medida de lo posible.

Cuando tomé posesión, PortCastelló era un puerto que había empezado una gran ampliación, muy importante para su futuro, que se quedó interrumpida en el 2008 y que como consecuencia presentaba multitud de problemas.

PortCastelló, en el 2015, trabajaba para los bancos. Estaba ahogado financieramente por la amortización de sus deudas y sus elevados intereses, con solo 3 millones para invertir y con solo 3,8 millones de beneficios, que no permitían acometer proyectos de futuro. Tras una reestructuración de la deuda que permitió alargar el periodo de amortización y rebajar intereses, tras cuatro años de inversiones productivas que han permitido crecer en concesiones, y por tanto en oportunidades, con una política comercial de rebajar tasas para hacer nuestro puerto más atractivo, hoy es el tercer puerto más rentable de España. Cerramos el 2018 con 10,9 millones de beneficios, con un ambicioso plan de inversiones productivas aprobado que supera los 80 millones de euros, y siendo el puerto español que mejor porcentaje de resultados de explotación tiene respecto a ingresos, lo que es una medida indudable de eficiencia en la gestión.

Encontré una fundación que estaba en causa de disolución, con los patronos privados dados de baja y con unas deudas comerciales y financieras que no podían devolverse con los ingresos y gastos previstos. Lo más fácil hubiera sido cerrarla, pero creí mejor mantenerla. Hoy es una fundación con multitud de entidades patronas, lo que demuestra su utilidad, con un plan de saneamiento que se cumple a rajatabla y que permite su funcionamiento con más actividad comercial que nunca.

En el 2015, PortCastelló se situaba en un buen lugar en el ránking de tráficos de los 46 puertos españoles, pero no por ello ha dejado de mejorar. Ha pasado del octavo lugar en tráfico de graneles sólidos al cuarto, y del décimo en tráfico global al noveno. Este progreso se debe a que PortCastelló ha crecido en ese cuatrienio un 36%, más del doble que el 17% del sistema portuario.

Respecto a cruceros, la situación en 2015 no era buena: dos cruceros con 797 pasajeros. Este año, 5 cruceros y 5.580 pasajeros. Más y más grandes. El número de cruceristas se ha multiplicado por siete y por primera vez han venido grandes compañías a conocer la oferta turística provincial, lo que augura un buen futuro. El éxito se debe al trabajo conjunto de Ayuntamiento de Castelló, Diputación provincial, Agencia Valenciana de Turismo, Cámara de Comercio, UJI, Aeropuerto de Castellón y Fundación PortCastelló. Juntos sumamos mucho.

Respecto a la relación puerto-ciudad, destacan la multitud de actividades actuales en zona portuaria. Entre las novedades de este periodo ya consolidadas son notables, por la cantidad de asistentes, el Red Pier Festival, las fabulosas exposiciones de la Fundación La Caixa y Escala a Castelló, una innovadora apuesta turística del Ayuntamiento que ha tenido una respuesta multitudinaria. El puerto es, más que nunca, el puerto de todos y todas. Nada de esto hubiera sido posible sin el apoyo, y en ocasiones impulso y entusiasmo, del Ayuntamiento de Castelló, que tiene en su alcaldesa la primera convencida del potencial del puerto para el Grau y para toda la ciudad.

Respecto a la protección medioambiental, ha habido un antes y un después en este cuatrienio. Lejos de demagogias simplista que a nada llevan, se ha trabajado con criterios profesionales en un amplio programa estructurado en siete ámbitos, desarrollando 21 acciones en paralelo, entre las que destacan: toma de medidas protectoras sobre los tres focos de emisión de partículas a la atmósfera, dotación de personal cualificado, inspección de todas las operativas, instalación de detectores para informar a la población de la calidad del aire y unas grandes inversiones comprometidas que en poco más de un año pondrán al muelle de la cerámica en la vanguardia de las mejores prácticas medioambientales. El puerto ha de causar las menores molestias posibles para garantizar su sostenibilidad y en eso estamos comprometidos.

En este cuatrienio también ha habido una fuerte apuesta por la transparencia y la rendición de cuentas. La información que proporciona el puerto y la cantidad de notas de prensa poco tienen que ver con lo que se hacía cuatro años atrás. Entre otras iniciativas, se han puesto en marcha un boletín de noticias mensual y diversos canales de comunicación, con presencia en las principales redes sociales.

Los resultados son la consecuencia del buen trabajo conjunto de la comunidad portuaria castellonense, mención especialmente para el personal de la Autoridad Portuaria, de la confianza del mundo empresarial para importar y exportar por el puerto, que es lo que le da sentido, y del apoyo de todas las instituciones. Todos entendemos que en el puerto no deben levantarse muros, sino tender puentes, que ha de ser campo de entendimiento y no de batalla. Sin distinción de colores políticos, sin tensiones institucionales, debemos trabajar conjuntamente con la misma hoja de ruta consensuada para que el puerto, trabajando con sostenibilidad en todos sus ámbitos, sea una palanca de crecimiento del entorno, contribuyendo con su eficiencia a mejorar la competitividad de nuestras empresas, para que puedan importar y exportar más y generar con ello empleo y riqueza. Ese es mi compromiso y por eso trabajaré todo lo necesario, con entusiasmo, codo a codo con quien haga falta, en el mayor desafío que tenemos: desarrollar la zona logística e industrial planificada en torno al puerto y al polígono del Serrallo, junto con la estación intermodal, que conectará con el corredor mediterráneo ferroviario, que permitirán atraer grandes inversiones y dinamizar nuestra economía.

*Presidente de la Autoridad Portuaria de Castelló