Érase una vez un grupo de políticos que en 2014 se erigieron como los adalides de la regeneración, la transparencia y la dignidad política. Ellos eran los portavoces de Compromís, EU y PSPV en el Ayuntamiento de Castellón, por aquel entonces estaban en la oposición y el caso Gürtel había infectado al PP que también gobernaba en la capital de la Plana. Los líderes de la oposición exigieron renovar el Código de Buen Gobierno de 2006 para dar ejemplo de su ética y de su estética. Éstos consiguieron crear una comisión de trabajo donde todos los partidos con representación municipal aportaron sus ideas y tras casi un año se concluyó con un texto unánime y que actualmente es por el que nos regimos los miembros de la corporación municipal.

Sin embargo hoy, aquellos que hace dos legislaturas querían ser intachables y ejemplares con la corrupción, parece ser que no piensan lo mismo, simplemente porque ya no están en la oposición. Los que clamaban austericidi en una parte de la bancada, hoy imponen el auxili desde el Gobierno.

Dicen que volver la vista atrás es bueno a veces, en este caso, para darnos cuenta que los que pedían ejemplaridad en 2014 era una excusa para sacar rédito político del paso de la Gürtel por Castellón. Sin embargo, lo de mirar hacia delante es vivir sin temor, no va con el Fadrell ya que su abuso del poder justifica ese miedo que anteponen al diálogo, al consenso y al juego democrático que reclaman e incumplen.

El cuento del Pacte del Fadrell es el cuento de nunca acabar, el cuento del rodillo y vuelta a empezar. Lo hicieron con la subida de los sueldos que también era un punto de acuerdo de Gobierno, lo han hecho ahora con el Código Ético y recientemente lo han aplicado a las fiestas, pero en este caso, se saltan el Acord del Fadrell porque la autonomía que pedían para las fiestas, ahora la quieren para ellos.

Por tanto, un abuso de poder constante al que le han cogido el gusto. Los que venían a rescatar personas han preferido rescatarse a sí mismos. Porque ellos se lo guisan y ellos se lo comen. ¿Y los castellonenses para cuándo, señora Marco?

*Portavoz de Cs en Ayuntamiento de Castelló