Estos últimos días y, de forma recurrente en los últimos veranos, las informaciones en la prensa sobre la problemática de la venta fraudulenta conocida como top manta se repiten e incluyen con altísima frecuencia altercados, violencia y conductas intolerables por parte de quienes incumplen la ley. La noche del viernes al sábado en Peñíscola fuimos, tristemente, testigos de una nueva agresión a un policía.

La entrega con que la Policía Local de cada uno de los municipios afectados está trabajando para combatir esta práctica ilegal que tanto afecta al comercio local, se enfrenta a una conducta inapropiada y fuera de toda legalidad por parte de estos ejércitos de vendedores.

Las amenazas, las agresiones, los insultos a nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad nos afectan a todos y es una cuestión de seguridad ciudadana. Más allá de la venta ilegal, tenemos entre manos una cuestión de legitimidad de nuestro sistema de derecho y nuestras instituciones, además de cientos de miles de vidas de peones dedicados a la causa mafiosa a quienes no hacemos ningún favor prolongando ni alimentando este engranaje perverso. Ayer mismo pudimos conocer que las millonarias sumas de dinero que amasa esta cadena de venta ilegal financia el terrorismo yihadista. Un despropósito.

Es imprescindible que todas las administraciones tomen cartas en el asunto. H

*Alcalde de Peñíscola