Un menor, unos progenitores incapaces de criarlo y la necesidad de encontrar un entorno apropiado que se ocupe de su educación. Cuando estas premisas se dan, entra en escena la figura del acogimiento, creada para que estos menores hallen una familia que sea capar de aportarles estabilidad. Decenas de miles de niños se encuentran esta situación en España, casi 500 en la provincia de Castellón.

Cuando un menor está en situación de desamparo o debe ser separado de su familia se pone en marcha todo un proceso que puede comenzar en un acogimiento de urgencia y acabar en una adopción, pero no siempre ése es el final ni se siguen los mismos pasos porque además no todas las familias están preparadas para ayudarles a curar sus debilidades. Las instituciones poseen un Registro de Familias Educadoras que han pasado un proceso de formación y que están capacitadas para acoger al menor, aunque muchos de ellos todavía están en centros.

La Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas ha puesto en marcha el programa Millor en familia con la finalidad de ir vaciando las residencias de acogida. Ese es el objetivo que se ha marcado la vicepresidenta Mónica Oltra, quien ha aprovechado para destapar las condiciones en que se encuentran algunas instalaciones de la Comunitat, señalando entre ellas a La Resurrección de Segorbe, cuyas irregularidades advierte que va a llevar hasta la Fiscalía de Menores para que tome cartas en el asunto. Sin embargo, las religiosas que están al frente del centro niegan estas acusaciones, así que la justicia debería aclarar cuanto antes las cosas para poner a cada uno en su sitio. Y, al tiempo, Oltra aclarar al detalle qué pretende hacer con la residencia de Penyeta Roja.