Si la arcilla entra a menor precio y la naranja sale más barata de nuestros puertos, los salarios de obreros y agricultores pueden crecer. Nuestro país tiene 46 puertos de titularidad nacional, y lo que en ellos sucede a todos concierne.

1. El Reino de España --no un gobierno sino el Estado.. está condenado por el Tribunal de Justicia Europeo por incumplir los tratados de la Unión al no haber libertad ni para contratar trabajadores ni para ser contratados. Ello hace que la Ley de Puertos de 2010, aprobada con el último gobierno socialista, deba ser forzosamente revisada.

Es decir, existe en nuestros puertos un monopolio laboral que nos sitúa fuera de Europa, como reza la sentencia, «se impone a las empresas tanto la obligación de inscribirse en una Sociedad, como la de contratar con carácter prioritario a trabajadores…».

2. España tiene dos sanciones que se ahorrará si el Congreso convalida el real decreto del gobierno, que como afirmó la comisaria de Transportes «la comisión respalda plenamente» y el texto se ciñe «estrictamente» a la sentencia.

3. No hay más alternativa que la multa --134.100 euros diarios más otra de 22 millones que se acumulan a razón de 27.000 euros día--, de hecho ninguno de los grupos que se opuso al decreto ha presentado propuesta alguna, pues todos saben que el cumplimiento de una condena no ofrece márgenes.

4. La reforma no supone despidos, pero sí obliga a que todos los ciudadanos tengan la oportunidad de ser contratados en los puertos españoles atendiendo a su capacidad y no a vínculos familiares o sindicales. O a que las mujeres puedan trabajar con normalidad, en la actualidad, el monopolio laboral sindical las tiene infra representadas, con el caso extremo de Algeciras, donde con 1.600 empleados nunca se ha podido contratar a una mujer.

5. Afirmó en el Congreso la comisaria Violeta Bulc que los puertos españoles son los que más competitividad pierden. Un 20% menos productivos que los de nuestros vecinos europeos y un 50% más caros en términos laborales.

La publicación Transporte XXI señala que en el puerto de Valencia el salario medio bruto en 2015 fue de 109.070 euros --94.000 según el sector--, con un crecimiento desde que estalló la crisis de un 32% para sus 1.300 empleados, sin embargo la limitación que hace que los barcos que vienen vayan a estar pronto en Tanger Med, no es ni la actual plantilla ni su retribución, sino la falta de libertad de las empresas para organizar el trabajo de sus empleados durante las seis horas de jornada.

No sobra ningún trabajador y harán falta más pues los monopolios suponen siempre menor número de contratos e ineficacia.

España no puede ni pagar una multa diaria, ni mantener un incumplimiento perpetuo del Tratado de la Unión que conllevaría la expulsión, por tanto el futuro de nuestros puertos será de mayor libertad y más competitividad.

*Portavoz Fomento del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso