Lamentablemente, cada vez más, oímos casos nuevos de violencia en el deporte, y sobre todo en deporte entre menores, deporte base. Padres que invaden un campo de fútbol donde juegan niños e increpa de forma inaudita al árbitro, jugadores que agreden a árbitros, padres enzarzados en peleas...

Por desgracia, esta otra cara existente en el deporte nos gustaría que desapareciera. Nos encontramos con una violencia que no debería de aparecer pero que, por desgracia, es muy frecuente.

Muchas veces, cuando acudimos los fines de semana a los campos donde están jugando niños, nos preguntamos: ¿Y a qué es debido todo esto? Las respuestas suelen ser muchas y diversas pero todas ellas van hacia una misma dirección: inculcar a los niños «ganar, ganar y ganar».

Los niños reflejan lo que ven en los mayores y aquí es donde los especialistas lamentan la falta de educación y valores que reciben los niños, que están muchas veces cerca de altercados en el deporte o cerca de la avaricia de ser los primeros.

Alejados de los focos y de los grandes alientos de la gente, cada fin de semana se producen cientos de riñas y peleas en el deporte base comparándose con el mundo profesional. No es el mejor ejemplo para los que intentan emular a sus grandes ídolos que salen en la tele y que para ellos son una referencia.

En los partidos de niños ya hay insultos. Allí se escuchan auténticas barbaridades, sin tener en mente estas tres premisas: aprender, compartir y respetar. Son premisas que cada domingo, desde hace varios años, Coasveca y Encuentros Deportivos Castellón intentan inculcar a los cientos de niños de 4 y 5 años que pasan por las instalaciones deportivas Chencho para disputar encuentros sin competir (el resultado es lo de menos) pero con un objetivo común de divertirse y hacer amigos porque no competimos, compartimos. Y compartimos unos valores de respecto al prójimo. Además, si a esto le sumamos que cada semana invitamos a una entidad social para mostrar su día a día y hacer ver que no todo es fácil en esta vida y que los verdaderos valores en el deporte deben ser la de la solidaridad y no la de la violencia.

Muchas veces me planteo dónde está el inicio de todo, si lo que pasa en el deporte profesional es fruto de lo que se aprende en la base o es al revés. Solo hace falta ver lo que sucede un fin de semana en cualquier campo, un partido de fútbol en benjamines se puede convertir en un Barça-Madrid. Y nos olvidamos de la importancia de formar y fomentar valores.

Los fines de semana, muchos descargan su rabia acumulada durante toda la semana y la manifiestan de forma violenta en las instalaciones ante la atenta y atónita mirada de menores.

EXISTE UNA REALIDAD a la que no podemos dar la espalda: la violencia existe, por desgracia, en el deporte y se debe erradicar de una vez por todas.

Inculquemos a los niños que deporte no es competir y que solo vale ganar a cualquier precio, sino disfrutar y compartir respeto hacia los demás.

La única manera de defender los valores del deporte es educando desde el respeto, la tolerancia y la solidaridad. Comprarte un coche, no te mejor hace piloto. Alzar una bandera no te hace más patriota. Ni tener un hijo te hace ser más padre.

Lucha por tus derechos, cumple con tus obligaciones, acepta la diversidad, defiende tu postura y aprende a aceptar la de otros mediante el dialogo y escucha. Reflexionemos y miremos hacia un deporte basado en aprendizaje y respeto y limpiemos esta otra cara del deporte. Queremos un deporte sano y libre de violencia.

*Presidente Federación Coordinadora de Entidades Ciudadanas de Castellón