Hace dos años, el 21 de diciembre de 2017, se hizo historia en Cataluña. Por primera vez, un partido constitucionalista ganaba las elecciones con Inés Arrimadas al frente. Una formación joven y plagada de valientes conseguía lo que parecía imposible: vencer a los independentistas en la tierra que ellos habían querido hacer suya y de nadie más.

En el inicio del procés y en la víspera de las navidades, una mayoría de catalanes alzaron la voz para defender una Cataluña dentro de España y Europa. Alzaron la voz tras años de silencio y miedos a posibles represalias de sus propios vecinos. Alzaron la voz en pro de la libertad, la igualdad y la convivencia. Alzaron la voz por Cataluña y, como no, por España.

Hoy dos años después, tenemos otra oportunidad histórica para impedir que los independentistas junto con los populistas se hagan con el mando pero de España. Tenemos la oportunidad de optar por la vía del medio, la vía constitucionalista, la vía Arrimadas. Sánchez y Casado tienen la oportunidad con Ciudadanos de impedir que se nos indigesten los turrones con el gran Pacto de la vergüenza. Ya sabemos que al PSOE no le disgusta comer marisco con los amigos de Otegui y hacerse fotos con ERC, sin embargo le insistimos a que rectifiquen y se sienten en la mesa con los 221 compañeros constitucionalistas para defender las grandes reformas que necesita España. Aún estamos a tiempo.

Seguro que si Pedro Sánchez hiciese marcha atrás, esta Nochebuena dormiría mucho más tranquilo y, lo más importante, no provocaría el insomnio de millones de españoles por sus ansias de poder. La suma es posible, solo hace falta voluntad política. Querer es poder, señores del PSOE. No se engañen.

La Navidad es para pedir deseos. Este, sin duda, será uno de los míos. Que el bienestar de los españoles se anteponga a la ambición personal de alguien que con sus acciones está demostrando que no quiere lo mejor para España sino única y exclusivamente lo mejor para sí mismo. Ni más ni menos.

Ya saben que la esperanza es lo último que se pierde y en estas fechas este sentimiento, como la mayoría, es aún más fuerte. Por eso, mi confianza en un Gobierno constitucionalista sigue intacta. Pero sobre todo ¿saben por qué? Porque quiero que mis hijos y mis padres tengan el mejor futuro posible. Y porque creo que los españoles se lo merecen tras 40 años de bipartidismo. Se merecen avanzar, prosperar y progresar.

En Ciudadanos vamos a velar por ello desde todos los parlamentos en los que estamos representando a los españoles, tanto a los que no han votado como a los que no. Particularmente, desde Benicàssim velaremos por facilitarles su día a día y que sus necesidades estén cubiertas de la mejor manera para que así puedan ser felices en la medida de lo posible.

Este es otro de mis deseos y sobre todo mi compromiso.

¡Felices Fiestas!

*Portavoz de Ciudadanos en la Diputación y en el Ayuntamiento de Benicàssim