Querido lector:

No sorprende aunque sí es preocupante y demuestra una desidia sin parangón que el Ministerio de Fomento no haya movido ni un solo papel, y por supuesto ni un solo euro, en relación al proyecto de los accesos ferroviarios por el sur al puerto de Castellón. Una infraestructura, como se pueden imaginar, clave donde las haya para el futuro económico de la provincia, ya que es el enlace entre el corredor mediterráneo de mercancías y el principal centro logístico de la provincia.

Mientras en Castellón estamos dándole vueltas a la siguiente fase de esos accesos, la ubicación y construcción de la estación intermodal para la que se postulan Castellón y Vila-real una vez definido en su día el trazado de conexión de esos accesos, en el departamento que dirige Ana Pastor ni se inmutan con el proyecto y ni siquiera se han preocupado de darle inicio.

Un desprecio más de Fomento que se suma a los infumables retrasos en la construcción del tercer carril del Corredor entre Valencia y Castellón, que servirá además para la conexión de ambas capitales con AVE y que han encadenado, como saben, incontables molestias a los usuarios de Cercanías, numerosos aplazamientos de fechas en el final de las obras y notables perjuicios empresariales también por los incesantes incumplimientos.

Y todo esto sin hablar de la ausencia total de noticias en relación a la construcción de este tercer carril en el largo tramo entre Castellón y Tarragona, por ejemplo, o de la adecuación de la estación de tren de Castellón capital para la llegada del AVE y del proyecto urbano de adecuación de la zona de párking prometido o de los incontables problemas que vienen sufriendo de adecuación y accesibilidad en diferentes estaciones de distintas poblaciones de la provincia.

Y claro, mientras siga todo en el aire en relación a la actual situación política, el Gobierno en funciones, si antes no lo hacía, ahora se va a comprometer mucho menos, es decir, nada. Así que, como casi siempre ha ocurrido, Castellón importa lo que importa para Madrid.