Medio millar de pueblos españoles están heridos de muerte, sumidos en una agonía demográfica que, salvo milagro, les aboca a la desaparición. Son medio millar de pueblos que subsisten con menos de 50 empadronados. Son la dramática avanzadilla de un erial demográfico que no para de extenderse y que, literalmente, está vaciando a media España. En los años 50 comenzó el gran éxodo del campo a las ciudades que hirió a miles de pueblos. El resto lo ha puesto el paso del tiempo: cada vez menos jóvenes, cada vez menos niños, cada vez menos vecinos. La gran pregunta es ¿hay solución para estos municipios?. Es importante destacar el papel esencial que desempeñan las diputaciones provinciales para mantener los servicios básicos, pero también escuchar a los pueblos que conocen a fondo el problema Hay que actuar con medidas concretas que ayuden a fijar población, a crear condiciones para el empleo y hacer atractiva la vida en los pueblos. En nuestra provincia se han llevado a cabo iniciativas para evitar el cierre de escuelas. No son suficientes. Aprovechando la coyuntura, llevemos a cabo políticas de asentamiento efectivas que aseguren la pervivencia de pequeñas poblaciones que, de otra forma, con el tiempo, desaparecerán. Fomentar el turismo de interior es importante como ayuda a la economía local de aquellos pueblos con encanto, pero, al igual que otros países, se tendría que poner en práctica una política permanente de asentamiento de familias jóvenes con niños que eviten la despoblación. La FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias) ha manifestado su gran preocupación por el gradual deterioro demográfico en muchas poblaciones españolas. La perdida de población es un lujo para cualquier país y España no se lo puede permitir.

*Secretaria Políticas Sociales y LGTBi del PSPV-PSOE en Castellón