En los últimos meses, coincidiendo con las campañas electorales, ¡qué casualidad!, se ha vuelto a plantear el tema de la despoblación en muchas zonas de España, siendo Castellón una de estas zonas. Un problema realmente preocupante, porque hasta la fecha no se ha hecho absolutamente nada, aunque se ha hablado mucho.

En lo referente a la provincia de Castellón entendemos que hay medidas que supondrían no solo el mantenimiento de la población rural, sino la vuelta de muchos que se fueron por la falta de oportunidades. Porque no nos olvidemos que nadie quiere irse de su lugar de nacimiento si no es por necesidad, y lo digo yo que tengo la suerte de vivir donde nací, y siempre que estaba fuera solo pensaba en volver.

Siempre he dicho que el interior de Castellón es espectacular, cosa que desde UGT, todos los años, estamos poniendo en valor con los recorridos que hacemos por la provincia. Y estas características de la provincia le confieren un potencial que no se da en otras zonas. Me refiero concretamente a sus sierras --la segunda provincia más montañosa de España--, a su belleza paisajística, monumental y cultural, además de su atractivo gastronómico, que también cuenta. Es curioso, que todos los visitantes de fuera de la provincia, cuando la ven, se enamoran de ella, y los residentes en Castellón, la mayoría no la conocen. De hecho, el noroeste de la provincia siempre está lleno de catalanes, y el suroeste (alto Palancia), está copado desde hace años por ciudadanos del resto de la Comunitat, en su mayoría valencianos, que han encontrado en esa zona el paraíso perdido.

En la provincia de Castellón, el 80% de la población vive en el 20% del territorio. Más claro, agua, sobre la despoblación que se ha producido en las últimas décadas. Para revertir esta situación, entendemos que se han de adoptar medidas como generar puestos de trabajo relacionados con el entorno, como puede ser turismo rural, con lo que conlleva, alojamientos, restauración, equipamientos, guías, actividades deportivas, rutas y algo que no hay casi nada en nuestra provincia, como es el turismo rural adaptado a gente con alguna discapacidad o movilidad reducida. La provincia podría ser un referente.

También habría que hacer lo posible para mantener la industria que ya exista en poblaciones del interior, y me estoy refiriendo a una que es el sostén de la comarca de Els Ports, incluidas algunas poblaciones de Teruel. La factoría de Marie Claire en Vilafranca es un claro exponente de que sí se puede instalar industria en el interior. Y la Administración, tanto provincial como autonómica, y a nivel estatal, ha de hacer lo posible por su mantenimiento, ya que aparte de consolidar la población, en este caso, el empleo que se genera es en su mayoría de mujeres. Cuestión a tener muy en cuenta. Pero para que las industrias se quieran instalar en el interior hacen falta unos accesos (es decir, carreteras) decentes, que conecten fácilmente con vías rápidas como, por ejemplo, el futuro corredor mediterráneo.

Y, por supuesto, el acceso a los servicios básicos, como es la educación y la sanidad, en un radio mucho más corto del que es en la actualidad. Hechos y no razones.

*Secretario Territorial de UGT PV

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