Todo para el pueblo, pero sin el pueblo. Este podría ser el lema que marca la hoja de ruta del alcalde que lidera el gobierno tripartito de L’ Alcora que lejos de promover el diálogo y la participación del ciudadano en la vida municipal parece enfrascado en tratar de ocultar y esconder a la oposición cualquier tipo de información que le lleve a tener que consensuar con el pueblo las decisiones que son más importantes.

Esta semana hemos visto con hechos constatados como la imposición es la conducta que impera en el tripartito a la hora de gobernar y administrar el dinero del Ayuntamiento. Primero con el destino de la ayuda de 115.000 euros que Diputación inyectará en el municipio a través del Plan Castellón 135 donde no han contado con la oposición, informando a última hora de sus intenciones y pasando por alto nuestra propuesta. Este hecho de silenciar a la oposición y hacer el vacío a cualquier propuesta que venga del PP, no ha sido algo aislado, ya que lo hemos visto también en la falta de transparencia del tripartito en la aprobación del nuevo PGOU que, a diferencia de lo que decía el alcalde, que mintió al PP, sí incluye modificaciones muy importantes como el recorte del suelo industrial. Dar voz a los vecinos y a la oposición es la mejor forma de asegurarse quorum en la toma de decisiones y evitar discrepancias que ya hemos empezado a ver en el seno del tripartito que parece no estar del todo de acuerdo con el destino que Garcia hace del dinero público. Quizá por dejadez, falta de trabajo o poca planificación, la realidad es que el alcalde ha optado por la vía rápida sin consensuar con la oposición su proyecto, obviando otras actuaciones que quizá requerían de mayor urgencia.

Y que decir del PGOU, uno de los documentos más importantes, se va aprobar sin el beneplácito de los miembros de la comisión de seguimiento, que durante años han estado trabajando en su elaboración.

*Concejala del PP en l’Alcora