Sin que sirva de precedente voy a compartir lo que hace unos días dijo Gaspar Llamazares, de Izquierda Unida, cuando ante la situación actual afirmó que «solo la desmemoria o la burda manipulación pueden comparar la dictadura franquista con la democracia por muchas carencias que esta tenga».

Pocas veces he estado tan de acuerdo con alguien que está tan alejado de mis convicciones políticas, aunque la verdad es que siempre he pensado que quienes en los momentos críticos nos decantamos por la cordura y no por jalear el caos interesado coincidimos en lo esencial y lo esencial es que quienes ponen en duda nuestro sistema democrático solo pretenden destruirlo.

¿Por qué?, sería la pregunta ineludible. ¿Por qué puede haber personas que ansíen otras situaciones en las que la mayoría, el Estado de Derecho y la convivencia pacífica no sean inviolables? Pues es muy simple, porque hay gente que no soporta que la democracia no les dé la razón y quieren imponerla a golpe de lo contrario. Y para lograr sus objetivos apelan a las emociones de la gente de buena fe, porque los responsables del caos nunca son los ciudadanos que se manifiestan, sino quienes disfrazan la realidad a su conveniencia sin tener en cuenta las consecuencias.

Claro que hay cosas en este sistema que nos rige que se podrían mejorar. Desde mi punto de vista, un aspecto a revisar sería regular el trilerismo que hacen de los resultados algunos partidos tras perder las elecciones, como pasó en Nules: derechas e izquierdas que se unen, a pesar de no tener nada en común, contra sus propios votantes, solo para que no gobierne la lista que más apoyos ciudadanos tiene. Pero, a pesar de no estar de acuerdo con esa posibilidad, ni me rebelo ignorando la ley, ni me declaro insumiso, ni movilizo a los votantes indignados con la situación para que tomen las calles e impidan el ejercicio democrático del Estado de Derecho, por legítimas que considere mis intenciones. Esto no funciona así.

El sistema se cambia desde dentro, negociando, trabajando, asumiendo el lugar que uno ocupa con responsabilidad. Porque destruir y enfrentar no es democracia, sino todo lo contrario.

*Concejal y portavoz del PP de Nules