Querido/a lector/a, la Liga (la máxima competición futbolera) ha vuelto y como siempre con novedades. Me refiero a que Cristiano no jugará con el Madrid, el VAR revisará algunas jugadas polémicas y, sobre todo, señalo el malestar que ha creado entre los jugadores, en el seno del sindicato de los futbolistas, ese acuerdo de jugar durante 15 años un partido en América del Norte.

A primera vista y para cualquier persona sensata el acuerdo suena bien. Digo con ello que si queremos utilizar el prestigio del fútbol español para mantener una industria que representa el 1% del PIB y genera unos 100.000 puestos de trabajo, parece lógico y necesario buscar nuevas expansiones y fuentes de financiación. Y más cuando debemos competir con clubs que juegan en bolsa y tienen detrás jeques millonarios o incluso propios Estados.

El problema aparece, porque según los futbolistas, este último acuerdo, ha sido la gota que ha llenado y desbordado el vaso de la paciencia. Por lo visto Javier Tebas, presidente de laLiga y de la patronal del fútbol, es un personaje controvertido y polémico que con sus actitudes suele generar problemas. Digo que este exmilitante de Fuerza Nueva, que sigue repitiendo que piensa igual, solicita leyes para que no se politice el fútbol pero, al tiempo, le pide elecciones políticas a Pedro Sánchez porque está en minoría, acusa a los directores generales del Deporte de guardias urbanos sin soluciones o exige participar en la futura Ley del Deporte. Y todo eso a la vez que toma decisiones como la del calendario y horario de Primera o el acuerdo de ir 15 años a jugar al extranjero sin decirles ni una palabra a los futbolistas. Esa es la realidad, el asunto y el problema.

Querido/a lector/a, lo único que piden los futbolistas, con razón, es el diálogo, el consenso, el equilibrio y el sentido común, que no se les margine en una cuestión en la que son esenciales y les afecta a sus vidas.

*Analista político