Nuestra provincia es un diamante en bruto, una expresión que ejemplifica las enormes cualidades que tenemos y que todavía quedan por aprovechar, exprimir o potenciar. Quizá suene exagerado, pero si todo el mundo viera nuestra provincia con los ojos que yo la veo, seríamos la joya de la corona del Mediterráneo.

Además de nuestro fabuloso clima, tenemos un interior increíble, aún desconocido para un público que con la globalización y la revolución del transporte y las nuevas tecnologías es prácticamente infinito. Pero si hablamos de nuestra riqueza gastronómica podríamos cubrir todas las páginas de este periódico. Los quesos de Catí, las cerezas de Caudiel, nuestros cítricos... Sin ir más lejos, este fin de semana se ha celebrado el Día de la Paellas en Benicàssim, que tras 40 años, éste ha sido reconocida como fiesta de interés autonómico, y que como los anteriores ha sido todo un éxito de asistencia. Pero, también, este fin de semana han sido las jornadas de la alcachofa en Benicarló con D.O, famosa en el mundo entero, y quienes hemos asistido hemos podido comprobar un año más infinitas y sabrosas recetas de un alimento único, sano y muy versátil. Nuestra gastronomía constituye uno de los motores económicos, que unido a la fiesta, nuestra cultura, y paisaje consigue que seamos un destino turístico completo, difícil de igualar por otra tierra, y que genera ingresos para los municipios y las empresas de nuestra provincia. Y esa gastronomía que nos diferencia y nos da un valor añadido como destino, ejemplifica muchos de los valores que serán importantes en un futuro no tan lejano, el desarrollo y la sostenibilidad. Consumir productos de proximidad, generar empleos de calidad, basados en el valor añadido y no en precios bajos, aprovechar las energías renovables que nos ofrece la innovación... Debemos educar a nuestros jóvenes en estos valores que permitirán que las futuras generaciones tengan mayor calidad de vida.

LO TENEMOS todo a favor, un clima con temperaturas suaves durante todo el año que permitirían desestacionalizar el turismo, unas playas que son reconocidas por su calidad, una montaña única con municipios galardonados por su belleza en nuestro interior, y una orografía que permite practicar cualquier tipo de deporte, también organizar eventos y competiciones de todo tipo.

Si a todos estos elementos únicos que disponemos, le añades el carácter hospitalario de nuestras gentes, abiertos, solidarios y trabajadores, preparados para acoger a turistas tanto nacionales como internacionales, te das cuenta de que tenemos una provincia con un potencial enorme. Las administraciones deben trabajar para atraer nuevas oportunidades e inversiones, el diamante está ahí, solo hay que trabajar duro para pulirlo, pulirlo en oportunidades empresariales renovadas, pulirlo con un turismo diversificado que ofrezca ingresos y puestos de trabajo durante todo el año, pero sobre todo, pulirlo en mostrar al mundo nuestro potencial. Hace pocos días visité Fitur y las administraciones tenemos que avanzar e innovar en nuevas fórmulas para llegar al público infinito que ofrece un mundo prácticamente sin fronteras.

*Portavoz de Ciudadanos en la Diputación de Castellón