Érase una vez un país donde sus gobernantes montaban en coches de Fórmula 1, construían palacios y navegaban en veleros, rodeados de piratas que incluso robaban a los niños más pobres del planeta… mientras los colegios no cobraban, cada vez había menos profesores, las ratios de alumnos iban al alza y la calidad de la enseñanza caía en picado. Afortunadamente, hoy, el cuento ha cambiado mucho y para mejor. Y estos días, en el regreso a las aulas tras las vacaciones escolares, lo volvemos a comprobar.

Los cerca de 100.000 alumnos que esta semana vuelven a los colegios de la provincia lo hacen con un sistema de enseñanza reforzado, que ha recuperado 2.800 profesores que los recortes del Partido Popular habían perdido, con 64 millones de euros en becas de transporte y comedor, un programa único de libros de texto gratuito, incorporación al sistema público de la educación infantil de 2 años con aulas piloto y una ratio de 22 alumnos de media por clase, por debajo de los 25 de hace dos años. No todo ha sido ni es fácil. Es cierto que se han cometido algunos errores -todos somos seres humanos y, como tales, los cometemos--, y que la aplicación pionera del programa Xarxa Llibres ha provocado confusión en la comunidad educativa. Pero no podemos olvidar que este programa llega tras 20 años perdidos en los que el Partido Popular no hizo nada. El mismo PP que ahora hace el ridículo exigiendo que se paguen las ayudas, incluso antes de tramitar los expedientes de comprobación. Como en toda nueva iniciativa, el Xarxa Llibres costará de afinar los mecanismos, pero estoy seguro que, al final, las familias estarán contentas porque el programa pone por delante un principio fundamental que, con el PP, fue borrado del mapa de la educación: la igualdad.

Tampoco hay que olvidar cómo encontró el nuevo gobierno autonómico el Consell y en particular una Conselleria de Educación naufragada, sin personal ni profesores y convertida en un nido de corrupción de la mano de Ciegsa. Causa verdadero estupor ver cómo aquellos que no se cortaban un pelo en malgastar el dinero de todos los valencianos en grandes eventos, edificios ruinosos sin sentido ni finalidad, rodeados de tramas de corrupción que se lo llevaban calentito hasta en la visita del Santo Padre, el PP, ahora encabezan manifestaciones como profesionales de la mentira que son, sin escrúpulo alguno. Como dicen por esta tierra: señora Bonig, señor Moliner, señor Folgado… vergonya, cavallers, vergonya.

Pero el cuento ha cambiado mucho. Hoy, con el nuevo gobierno del cambio, los piratas son combatidos y expulsados de la vida pública, puestos a disposición de la justicia y la educación pública recupera profesores y dignidad. H

*Alcalde de Vila-real