El pasado 6 de noviembre del 2013, la entonces portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Castellón, Amparo Marco, criticaba duramente al alcalde popular, Alfonso Bataller, por viajar a Japón invitado por UBE y mantener diversas reuniones de trabajo con directivos de la empresa para analizar las posibilidades de nuevas inversiones en Castellón. Hace ahora exactamente 4 años que Amparo Marco calificaba de «vacaciones asiáticas» el desplazamiento de Alfonso Bataller y hoy, 4 años después, es Amparo Marco la que se encuentra en Tokio por el mismo motivo. Lo que son las cosas… Hoy Marco es la alcaldesa de Castellón y viaja junto a su asesora, Susana Ros, para estrechar lazos con la ciudad nipona. Nada que objetar, nada que criticar por nuestra parte salvo el descaro con el que la izquierda se jacta de hacer lo contrario de lo que dice.

Marco no tiene palabra y en política no se puede perder la vergüenza y la palabra a la vez, aunque el viaje a Japón sea solo un ejemplo más de la frivolidad con la que Marco hacía oposición y hoy gobierna. Basta con echar un vistazo a lo ocurrido en estos dos últimos años para darnos cuenta de que el problema de la vivienda y los desahucios sigue siendo una lacra social y en Castellón no se ha solucionado a pesar de que Marco daba el círculo por cerrado… Basta con observar como el prometido nuevo Plan General de Ordenación Urbana sigue siendo eso, una promesa, porque han pasado 28 meses y nada se ha movido… Basta con asistir a los plenos de cada mes para seguir sumando facturas fuera de contrato --los llamados Reconocimientos Extrajudiciales de Crédito-- cuando en la oposición juraron que ellos jamás lo harían… Basta con repasar todas y cada una de sus promesas para constatar que el origen del dicho «donde dije digo, digo Diego» está en el modo de proceder de Amparo Marco y su gobierno.

*Portavoz del Grupo Municipal Popular en Castellón