Se cumplen estos días los dos años desde que el equipo de Partido Popular en Almassora acuñamos la expresión #dosayuntamientos. Y es que este hastag respondía a una realidad que durante estos dos años no ha hecho más que reafirmarse. Empezaron, con un pacto de perdedores, repartiéndose el sillón de la alcaldía. Dos equipos de prensa, dos estructuras de asesores, éstas eran las primeras decisiones.

Pero además, los que se autodenominaban, ayuntamientos del cambio, engañaban con su promesa de rebaja fiscal, y enseñaron cual era su verdadera cara. En el primer presupuesto que aprobaron subieron a todos los vecinos un 15% el recibo de la basura. Pero no fue el único engaño, después de aprobar una moción del PP apoyando el derribo del edificio 167, nueve días más tarde, sin consultar a nadie firmaron con la Conselleria de Territorio la rehabilitación del mismo.

Decía la alcaldesa, «debemos hacer que las expectativas se conviertan en realidad». Efectivamente, eso estamos esperando. Las notas de prensa diarias no han cesado de hacer anuncios, que no se han hecho realidad. En el verano del 2015 anunció la alcaldesa que sus compañeros de Valencia financiarían el desarrollo de la pantalla verde de separación del polígono del Serrallo. Tras dos presupuestos, no han habilitado dinero para desarrollar este proyecto, pero además en Les Corts Valencianes han votado en contra las propuestas que desde el PP iban en la misma línea que anunció la alcaldesa de Compromís. La misma expectativa e ineficacia que con el Trinquet. En marzo del 2015 era urgentísimo y hoy día todavía no tiene fecha de inicio de obra, después de haber cambiado tres veces la ubicación.

La hoja de ruta nacionalista de Oltra y Marzà han caracterizado estos dos años. Preocupados en eliminar la bandera del despacho y el himno de España, la construcción del colegio Regina Violant, parece que esté en un segundo plano. La obra paralizada prácticamente dos meses y dentro de apenas medio año la obra debe estar finalizada. ¿Qué nos hubieran dicho si esta situación fuera con un gobierno del PP? El colmo de esta situación es que el propio Conseller de Educación fue capaz de asistir a un acto, como no, con la participación de Pep el Botifarra, pero no se reunió con las familias que ven como las obras del Regina están paralizadas. Por cierto, la existencia de dos ayuntamientos ha hecho que en mes y medio el Botifarra se le contrate dos veces en Almassora, como consecuencia de la falta de comunicación entre concejales. ¡Ver para creer!

En definitiva, la primera alcaldía de Compromís va a pasar a la historia como aquella marcada por su ineficacia, anuncios de prensa múltiples e incumplidos y caracterizada por su sectarismo ideológico.

*Portavoz del PP en Almassora