Hay personas que dejan una impronta especial allá donde van. Y esta huella no se borra con el paso del tiempo. Mosén Guillermo Sanchis y José Pascual Colás son, cada uno en su ámbito, de este tipo de personas. La casualidad ha querido que ambos se despidieran de sus responsabilidades en la parroquia de Santa Sofía y la Junta de Festes, respectivamente, prácticamente a la vez, la semana pasada. Pero sabemos que no es un adiós: ambos seguirán muy presentes en la vida de Vila-real. En nuestras vidas.

En la homilía de la misa de agradecimiento a mosén Guillermo y bienvenida a mosén Alvar , nuevo párroco de Santa Sofía, éste último reflexionó sobre la lectura del Santo Evangelio según San Mateo , en la que se ensalza la idea de bondad. Quiso la providencia que fuera esta lectura la que nos acompañara en el acto.

Mosén Guillermo es un hombre bueno, que ha dedicado -y sigue haciéndolo- toda su vida a los demás en todas las dimensiones de las necesidades del ser humano. En la espiritual, con Santa Sofía; en la material, ayudando a los más necesitados junto a Cáritas; en la afectiva, sirviendo de apoyo a las familias con los problemas de la droga; en la educativa, con la construcción del colegio Bisbe Pont. También en el ámbito de la vivienda, promocionando junto al Ayuntamiento viviendas sociales en el barrio de Santa Sofía. Tampoco podemos olvidar su identificación con Vila-real como párroco de nuestra patrona, la Virgen de Gracia. Siempre con el recuerdo a su madre, Amparo Coscolla , a través de la fundación que él mismo creó.

Por eso es merecedor de tanto cariño. Por eso, el pueblo de Vila-real lo nombró Hijo Adoptivo de la ciudad en el año 2006. Mosén Guillermo no se jubila, porque no se puede jubilar la bondad y, por eso, seguirá trabajando desde su casa, que ha convertido en la casa de todos y todas los que quieren entrar en la parroquia de Santa Sofía.

Si el sábado despedíamos a mosén Guillermo, el domingo decíamos adiós a José Pascual Colás como presidente de la Junta de Festes. Una persona enamorada de Vila-real, buena, dialogante y trabajadora, que ha representado y gestionado las fiestas de Vila-real desde el año 2011 con profesionalidad y responsabilidad. Es de justicia también agradecer de manera muy especial a su familia, por haber entendido, incluso en momentos muy difíciles, la misión de José Pascual de ayudar a su ciudad. Meticuloso, enemigo de los conflictos y poco amigo del protagonismo, Colás cede el testigo al frente de la Junta de Festes a Toni Carmona , a quien deseo toda la suerte y aciertos.

Dos personas extraordinarias, dos hombres buenos, que han sabido rodearse también de grandes equipos. Personas que, cuando profundizas y les conoces mejor, entiendes por qué Vila-real es tan grande: por la calidad humana de las personas que nos ayudan a construirla día a día. Como alcalde, es todo un lujo contar con personas como ellos. No se jubilan, cambian de escenario y de tareas. H

*Alcalde de Vila-real