La pandemia del covid-19 nos ha obligado a modificar nuestros hábitos de vida. En primer lugar, por una pura cuestión de supervivencia que exige de todos nosotros la máxima responsabilidad para evitar contagios. En segundo lugar, para adaptarnos a un nuevo escenario social, en el que las relaciones personales se miden desde la distancia y los abrazos han pasado a ser codazos. Y por último, el plano económico, que nunca resulta ajeno a estas circunstancias y se cuela en nuestras vidas con un paro galopante que en el mejor de los casos es un ERTE.

En Nules, la pandemia se convirtió en un juego para algunos dirigentes que cada día se paseaban en coche para saludar al vecindario. Un trampantojo que tardó poco en quedar desdibujado para mostrar la cruda realidad de una crisis económica que condicionaba las cuentas de un municipio emprendedor y sacrificado.

El esfuerzo de quien trabaja la tierra para conseguir la excelencia de la clemenules poco asemeja al trabajo habido tras las paredes del consistorio. Ruina económica cultivada durante cinco años, cuatro de ellos con la entregada cuadrilla socialista, que han dejado en nuestro Ayuntamiento pobreza y dificultades.

Las que 768 familias de nuestra localidad están sufriendo como señalan los datos del paro del mes de julio, 230 más que las registradas el pasado mes de enero. Esta es la foto que nos deja una pandemia y un gobierno de malgasto. La que desde el PP intentamos corregir para que las familias con más necesidades tengan el sustento que les garantice los servicios básicos.

Y en positivo. Proponiendo medidas como la enfermería escolar para nuestros centros educativos que el alcalde ha decidido no apoyar. Nosotros seguiremos trabajando por Nules aunque haya quien en lugar de gestionar se dedica a poner zancadillas. H

*Portavoz PP Nules