Ha pasado un año desde que aprobamos en pleno la adhesión del Ayuntamiento de Almassora al programa Edificant de la Generalitat y ya tenemos el camino adelantado. Hemos encargado los estudios topográficos para las nuevas construcciones de Embajador Beltrán y Santa Quitèria, los técnicos han comenzado las mediciones, hemos pedido (y se nos han delegado) las competencias para el estudio del Álvaro Falomir, tenemos a punto las peticiones del resto de centros…

La previsión es fundamental en todos los departamentos y en educación, más todavía. Hoy que todavía vivimos el lastre del Regina Violant, el mayor error en la gestión de la educación pública de quienes nos precedieron en el cargo, redoblo mi insistencia a compañeros y técnicos para que cumplamos a rajatabla las directrices del plan Edificant, para que la historia del Regina no se repita. De esas herencias envenenadas, de aquel colegio que nació en barracones como provisional en el 2006 sin proyecto concreto, no hace falta que diga más porque todos conocemos su periplo, que en breve acabará tras la adjudicación de las obras. Pero los niños del Regina no son los únicos en aulas de plástico en Almassora.

Los del Santa Quitèria (aquellos de diferentes edades a los que juntaron en una misma clase siendo concejala de Educación la ahora candidata del PP María Tormo) también reciben sus lecciones en instalaciones que también eran provisionales. Supongo que las llamaban así porque pretendían que desapareciera. Como los del Álvaro Falomir, que complementan con barracones la insuficiencia de espacio que han ido acumulando a base de años sin hacer ninguna inversión.

Desde que pedimos en julio la construcción del Embajador y el Santa Quitèria --conviene recordar que solo con los votos favorables de socialistas, Compromís y Se Puede--, los avances se demuestran con dinero. Más de 5 millones de euros en obras en infraestructuras educativas en el presupuesto municipal del 2019 --subvencionadas al 100% por Edificant-- y toda la inversión del Regina a través de la Generalitat. Si fuera por la abstención de María Tormo, su equipo, Ciudadanos y Sergio Manrique hoy todo esto no sería posible.

*Alcaldesa de Almassora