Yo no doy crédito. Cada semana el caos en educación es más y más grande, al igual que lo son las barbaridades que dicen Marzà y Oltra.

Lo primero que sorprende es que el presidente Puig no haya cesado a su Conseller después de mentir, vulnerar derechos, chantajear a familias y centros educativos y desobedecer a la justicia. Pues se ve que todavía no ha hecho suficientes méritos: me da que no se irá ni con agua caliente.

El TSJCV ha declarado nulo parcialmente el decreto del chantaje lingüístico, lo que provoca una situación muy grave de incertidumbre en la comunidad educativa. Pero Marzà, lejos de asumir su responsabilidad, se sigue burlando de la justicia, no hace nada al respecto, esconde la cabeza debajo del ala... ¡y a seguir, que ya escampará!

Es muy grave que el TSJCV diga que ha habido una evidente diferencia de trato entre valenciano y castellano, que se priva de forma irrazonable y carente de justificación a los estudiantes de castellano de un número significativo de horas de inglés. Además, el tribunal también dice que se infringe una sanción directa al alumnado que opte por estudiar en castellano y, por tanto, se resienten los derechos fundamentales reconocidos en los artículos 14 y 27 de la constitución. ¡Y aquí no pasa nada!

Si se pensaban que todo terminaba aquí, aún hay más. El TSJCV también ha dicho que el Consell no está cumpliendo el auto en el que suspenden el decreto del chantaje lingüístico. En pocas palabras, les acusa de desobediencia. ¿Y cuál es la respuesta de Oltra? Decir que todo seguirá igual, sin paralizar el decreto ni toda la normativa que estuviera al amparo del mismo.

La vicepresidenta sigue los mismos pasos que Puigdemont burlando la justicia. Para Compromís la hoja de ruta está clara: trabajar para conseguir imponer un modelo de educación único, que adoctrine a nuestros jóvenes: la misma hoja de ruta del independentismo catalán.

Desde el PP no vamos a darles tregua. ¡Claro que apostamos por un modelo plurilingüe! Esto es un tema de derechos y libertades. Lo que se pone en cuestión es si los valencianos queremos una educación a la catalana. En el PP lo tenemos claro: no.

*Diputada autonómica del PP