CARTA AL DIRECTOR

Hemos vivido, y estamos viviendo, momentos muy duros con todo lo relativo al coronavirus. Hay una preocupación en cuanto a la educación de los más pequeños, y es lógico. Pero ¿dónde queda la educación emocional? En momentos como estos es cuando se ve su importancia, pero es invisible en los centros educativos. No se está enseñando a gestionar las emociones, hay carencias en cuanto a la expresión de los sentimientos y no se ha educado a ningún ciudadano en saber lo importante que es ser feliz y no rico. Ahora, estaría realmente bien el poder hacer un pequeño cambio y empezar a gestionar una asignatura tan necesaria hoy en día. Prevenir la ansiedad de los más pequeños y que crezcan en un mundo con fortalezas y seguridad individual es importante. De hecho, lo considero necesario. H

Andrea Rivera