Acabamos de tener dos procesos electorales donde hemos podido ver al PSOE mostrando su mejor cara y prometiendo lo que luego no va a cumplir. Los socialistas van de moderados, de dialogantes, pero solo es postureo, porque lo que han vivido las familias y los centros es muy distinto. Hablan de educación de calidad y de consenso, pero realidad solo hay una: y es que una política educativa que tiene más de 40 sentencias en contra ni puede ser de calidad, ni ha podido estar basada en el consenso. Se acabó la novena legislatura en Les Corts Valencianes con un montón de problemas judiciales, derivados del sectarismo y empezamos la décima, exactamente igual. Y es que la educación con Puig no sale de los tribunales y por eso, digo yo, que lo normal sería que alguien diera la cara y explicara a qué se deben tantos varapalos judiciales. Lo normal, digo yo, es que alguien asumiera responsabilidades políticas. Y lo normal, digo yo, es que el Sr. Puig pidiera perdón porque la justicia le ha dicho que ha arrebatado derechos a las familias.

La semana pasada nuevas sentencias le obligaban a devolver los conciertos eliminados a otros dos centros. Este nuevo varapalo evidencia que todo es un despropósito y que el sectarismo y la improvisación ha sido la forma habitual de comportarse del PSOE en materia educativa. Lo peor de todo es que esta situación, que venimos denunciando desde hace cuatro años, era previsible. Durante cuatro años todo han sido chapuzas, errores e incumplimientos; la gestión ha sido un completo desastre y se han dedicado a engañar a la gente.

DE VERDAD que me sorprende que una persona que alardea de talante moderado, como el Sr. Puig, se haya posicionado por encima de la justicia. Ha preferido saltarse la ley para imponer su forma de pensar, eliminando conciertos, antes que ser justo y equitativo. Ese sectarismo puede provocar que los centros pidan a Puig que les indemnice por los daños y perjuicios que está ocasionándoles; y su irresponsabilidad, encima, tendremos que pagarla todos los ciudadanos. De alguna manera va a tener que resarcir a todas las personas a las que ha perjudicado con esa política de querer imponer un modelo de enseñanza donde queda desterrada toda aquella persona que no piense igual que él.

La educación ha sido uno de los mayores fracasos de Ximo Puig donde se ha visto que la gestión le viene muy grande: ha generado retrasos en las convocatorias, impagos, quejas y denuncias continuas durante cuatro años. Solo espero que rectifique, que esta legislatura que acaba de empezar enmiende errores, que ponga al frente de la Conselleria de Educación a una persona moderada y no a alguien que se tenga que poner una careta para serlo. Que se escuche a todo el mundo, que se deje participar a todo el mundo.

Desde el Partido Popular lo tenemos claro: vamos a trabajar para que exista una escuela plural, con la mejor formación, donde todo el mundo se sienta representado y para conseguirlo no nos cansaremos de denunciar las imposiciones y las chapuzas. Nuestra oposición será constructiva, pero también muy dura, porque en la vida hay cosas con las que no se juega y la educación es una de ellas.

*Diputada autonómica del PP