Estamos en campaña. Y el 28 de abril tenemos una cita con las urnas para decidir quién nos representa en la Generalitat valenciana y en el Gobierno de España.

Esta democracia que nos dimos los españoles de todos los signos políticos es fruto de la libertad. Y esa libertad es la que reivindicamos desde el Partido Popular para garantizar que la Comunitat Valenciana y España lideran las oportunidades que la izquierda nos ha negado.

Tenemos la fortuna de contar con dos grandes líderes. Con Isabel Bonig y con Pablo Casado. Y la suerte de contar con miles de ciudadanos que frente a imposiciones y adoctrinamientos reclaman la libertad de elegir, la oportunidad de opinar.

Todas las posturas caben en el PP. Y queremos garantizarlo por ley. Por eso, Isabel Bonig representa en la Comunitat Valenciana el valor seguro que refrenda la libertad de las familias a la hora de elegir la opción educativa para sus hijos. Optar por un colegio o decidir la lengua en la que se educa debe ser una opción personal. Por más que la coalición sanchista se empeñe en decidir por nosotros.

Nunca la izquierda vio con buenos ojos que en educación hubiera libertad. Su deseo de adoctrinar e inocular una cultura que nos es ajena se ha visto en estos años de forma descarada. Esteladas, guiños al separatismo y asaltos a las libertades han sido frenados por la justicia con hasta 40 sentencias contra la política educativa.

Un empeño alimentado por una coalición que ha preferido gastarse 48 millones en À Punt antes que recortar listas de espera en sanidad o resolver las ayudas a dependencia que no llegan. Queremos devolver la dignidad a la excelencia sanitaria. Recuperar un Hospital Provincial que ha sido desmantelado a manos de la coalición sanchista porque nunca las personas fueron su objetivo.

Miles de personas esperan ser atendidos en centros sanitarios a los que el PSPV ha cerrado especialidades y servicios como el de ginecología en Vinaròs, el mamógrafo de Segorbe o el especialista en traumatología en Almassora.

Debemos poner freno a esta política destructiva para atender a nuestros pacientes con la agilidad que merecen. Por eso apostamos por conciertos con centros privados sin coste para el usuario. Por eso creemos que hay que dignificar la labor de quienes velan por nuestra salud.

Y hacerlo con políticas inclusivas, que generen calidad de vida y progreso. Prosperidad. Con inversión directa en las familias, los autónomos y las pymes, garantía de riqueza y desarrollo.

Con la revolución fiscal que propone Isabel Bonig. Bajada de impuestos para generar liquidez. Adiós al Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Adiós al Impuesto de Patrimonio. Y bajada de un 7% del IRPF a todos los valencianos que cobren hasta 35.000 euros al año. Con una tarifa plana para los autónomos, ejemplo de esfuerzo y compromiso con el desarrollo.

Con las ideas que son el valor seguro para garantizar el futuro que merece la Comunitat Valenciana. Que merece España.

*Número 3 del PP a les Corts Valencianes