El estado de confinamiento es sin duda una desagradable experiencia para todos, pues la separación de los seres queridos, la pérdida de libertad, la incertidumbre, la frustración e incluso el aburrimiento, conllevan consecuencias emocionales que en muchos casos adquieren tintes dramáticos. Por ello, el Ministerio de Sanidad y el Colegio de Psicólogos han habilitado ayuda psicológica online, líneas que están desbordadas, con el fin de dar una primera atención psicológica que sirva de orientación para el manejo del estrés y el malestar emocional derivados de la pandemia. Se estima que las secuelas serán para todo el mundo, pues a todos nos va a costar volver a la rutina, pero se cebará mas en los profesionales sanitarios, otra vez los grandes damnificados de esta crisis.

A pesar de que médicos, enfermeros, auxiliares, celadores y trabajadores de la limpieza están dedicados 100% en su trabajo, lidiando con el virus y con el agotamiento, no están recibiendo el golpe psicológico de pleno, pues en estas situaciones de alarma lo peor siempre llega después. Está demostrado que un estrés agudo continuado durante mucho tiempo es el factor más predictivo para sufrir tristeza, angustia y ansiedad, sembrando problemas emocionales directamente entre quienes le han hecho frente en primera línea.

Está demostrado que una persona mentalmente cansada tiene una percepción más negativa de su realidad siendo, además, mucho más sensible a nivel emocional. El personal sanitario que haya vivido las situaciones más duras probablemente padecerá un trastorno de estrés postraumático o un trastorno adaptativo como resultado de la conmoción de una vivencia tan impactante. El impacto de esta experiencia dependerá del fogueo individual y del factor de vulnerabilidad de cada uno. Esto quiere decir que existen características específicas personales que convierten a uno en ser propenso o no a desarrollar un trastorno psicológico después de vivir un acontecimiento tan estresante como este.

*Psicólogo clínico

(www.carloshidalgo.es)