El presidente Sánchez, entre viaje y viaje con el Falcon, casi en silencio, ha decidido convocar elecciones generales. Es un llamamiento a todos los españoles para pasar por las urnas el próximo 28 de abril. Es la forma que el presidente Sánchez ha considerado para refrendar su labor al frente del Gobierno de España. La gran pregunta que se hacen los españoles es ¿para qué Sánchez hizo la moción de censura? ¿Qué ha aportado a España como presidente? La verdad es que son preguntas cuya respuesta se puede comprimir en un sencillo nada.

La crisis de ministros nombrados y cesados, los viajes secretos en Falcon, sus ruedas de prensa sin admitir preguntas, o las contradicciones constante entre el Sánchez candidato y el Sánchez presidente, han sido las notas destacables de su paso por la presidencia del Gobierno. ¿Y sus políticas? Bueno, intentó una subida de 2.600 millones en impuestos a los valencianos, nos quiso castigar a todos los que tenemos un vehículo diésel, fue incapaz de reunir una sola vez a la comisión para la reforma del sistema de financiación autonómica. En definitiva, tocar el bolsillo a los españoles para autobombo del yo, mi… Una visión personalista, egocentrista de quien quiso ser presidente, logró ser presidente, pero jamás se preguntó ¿para qué?

La última gota que en su afán de notoriedad es la publicación del libro. El relato del mismo es la forma de pasar a los anales de la historia presidencial en España, como el presidente que lo primero que hizo fue cambiar el colchón, para dormir bien, mientras millones de españoles desconocían como dormirían al día siguiente. Con los socialistas en España la cosa siempre fue de libros. Pedro Solbes, ministro de Hacienda socialista, en su libro nos dijo aquello de «hicimos exactamente lo contrario de lo que teníamos que hacer», fue una pena que dicho reconocimiento viniera una vez abandonado el Gobierno, dejando un déficit de cien mil millones de euros en las arcas publicas, con cinco millones y medio de parados.

Hoy, a Sánchez su egocentrismo le prohíbe reconocer que algo ha hecho mal, posiblemente por no hacer nada, aunque en política, nada, también es una acción. Lo cierto es que vanagloriarse que su primera medida fue cambiarse el colchón de la cama, es más que sorprendente y ampliamente calificativo.

Con las elecciones a la vista, es bastante probable que Sánchez vuelva a cambiarse el colchón, pero en este caso el de su casa. Los españoles hemos estado este tiempo huérfanos de un ejecutivo capaz de liderar y poner rumbo a España. Creo que la decisión de una elecciones, forzado sin duda por el hartazgo y el clamor de la calle, ha sido lo mejor que le podía pasar a los españoles, para poder cambiar el rumbo de una situación nada fácil. Las elecciones son una buena oportunidad para que se vuelva a hablar de lo que importa de verdad: la económica, menos impuestos, el empleo, la estabilidad laboral, nuestra industria y los sectores productivos, la educación, la sanidad nuestras políticas sociales. Hay que aparcar el Falcón, los viajes, enfundar el colchón, y abandonar las pesadillas de final de mes. Es el momento de la ilusión, de creer en el potencial humano y social que tiene y representa España.

*Diputado autonómico del PP