Agosto de 2019, Castellón, Pepe, de 64 años, aquejado de sus varias enfermedades crónicas, pide cita en su centro de salud para una revisión rutinaria con su médico de cabecera. Le dan cita 11 días después. Llegado el momento, le detectan una complicación de una de sus dolencias que puede ser agravada por su cuadro médico y lo derivan al hospital. Estuvo allí ocho días en estado crítico. Por suerte, progresa adecuadamente ya en casa. Esto no es un hipotético caso, es una historia real.

Esto es la cruda realidad y el pan nuestro de cada día. En Castellón y en el resto de la Comunitat. Y ante esta emergencia valenciana, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, niega rotundamente la larga espera en atención primaria que concretamente es de 12 días en la provincia.

Como dijo un médico de familia, si no apostamos por la atención primaria, el sector sanitario no puede cubrir en tiempo y forma las necesidades urgentes. Y eso es lo que le pasó a Pepe: de haberlo atendido el mismo día que pidió la cita, quizá se habría evitado el mal mayor. Por eso, prevenir antes que curar.

Porque el caos sanitario no solo existe en la atención primaria, donde no se cubre ni el 50% de las ausencias por vacaciones. El Síndic de Greuges ha tenido que intervenir porque a un paciente de Castellón lo han derivado a un centro de Valencia, a más de 60 kilómetros, para hacerle una colonoscopia. La lista de espera para intervenciones quirúrgicas con especialistas en Castellón es de 103 días y ya son más de 66.000 los valencianos que aguardan a ser atendidos en toda la Comunitat.

*Portavoz provincial de Ciudadanos y diputada en Les Corts