Angela Merkel y Pedro Sánchez pasarán este fin de semana en el Parque Nacional de Doñana, al haber aceptado la primera la invitación hecha por el presidente español. Lugar ideal para que, rodeados por una fauna y flora excepcionales y a escasa distancia de una costa marítima en su estado más puro, puedan, de forma relajada y personal, estudiar asuntos acuciantes que afectan a la UE y por lo tanto a nuestro país.

Es de suponer que una vez expuestos los temas, ambos dirigentes tratarán de aproximar sus posturas, principalmente el fortalecimiento de la Unión Europea como tal y especialmente la migración que en la actualidad ha convertido a España en el destino primordial de aquellos que luchan por una vida mejor, si no es por, incluso, su supervivencia.

Merkel está presionada en Alemania de tal forma que se ve obligada a adoptar posturas un tanto ajenas a su criterio si bien su filosofía conciliadora hace que se limen ciertas asperezas que surgen en el camino.

España sola no puede hacer frente a esta diáspora ya que los medios están agotados y sin una ayuda coordinada desde Bruselas, poco más se va a poder hacer. No se debe permitir el que se ignore una realidad.

Alemania puede actuar como elemento catalizador y llegar a que la UE establezca normas reales y efectivas para que países receptores como España puedan proceder, con humanidad y responsabilidad, a llevar a la práctica un a política de acogida adecuada.

El país germano es experto en aceptación, por diversos motivos, de nuevos ciudadanos en su país. Recordemos la llegada masiva de emigrantes en los años sesenta y la unión de las dos Alemanias tras el caída del muro de Berlín. Demos por bien hecho el encuentro y que éste dé paso a una nueva fase.

*Secretaria Área de Políticas Sociales y LGTBI PSPV-PSOE Castellón