La sincronización de esfuerzos en el trabajo en equipo para sortear obstáculos y llegar a buen puerto es fundamental, como lo es el remar en la misma dirección. De nada sirve, en un equipo de remo, que los componentes sean fuertes o expertos si no está clara la meta.

Para España, que sale del ahogamiento para comenzar a navegar con holgura y sin los gravosos embistes de la crisis, remar en la dirección del crecimiento económico y la creación de empleo es algo que debiera ser incuestionable. Pero ¿nos imaginamos que, entre los remeros, uno remase en dirección contraria? ¿O varios? ¿Quizás más de los que reman hacia adelante? La embarcación acabaría yendo hacia atrás irremediablemente, retrocediendo y alejándose de las aguas tranquilas que vemos. Si justo la mitad de los remos moviesen las aguas en una dirección y la otra mitad justo hacia la contraria, ¿qué sucedería? Sencillo: la embarcación se quedaría en el sitio, sin avanzar.

Yo para mi país quiero un equipo fuerte, capitaneado por el PP y capaz de seguir con el esfuerzo realizado mirando hacia adelante, sin dejar de remar. Si somos constantes y trabajamos en equipo, seremos imparables y capaces de contrarrestar un eventual remo suelto que quiera volver a aguas turbulentas, tumbándose al sol y esperando que la corriente haga su esfuerzo. H

*Presidente de la agrupación local del Partido Popular en Peñíscola.