Estamos a escasos días de las elecciones municipales 2019 y es hora de reflexionar y valorar. Vivimos en un país, España, donde la democracia alcanza su punto más álgido en las elecciones. Elecciones en las que los ciudadanos podemos ejercer libremente nuestro derecho al voto. Los ciudadanos, para ejercer dicho derecho, siempre ponemos encima de la mesa la valoración de lo que hemos podido observar en la mejora o no de nuestra ciudad, de nuestros distritos y de nuestros barrios.

En nuestra ciudad, Castellón, hemos podido observar, en la zona Nord-Oeste, que durante cuatro años más, el Barranco del Sol a su paso por el grupo Roser y el grupo San Agustín y San Marcos sigue siendo una quimera y ya van... más de 50 años.

La tan mencionada ordenanza de limpieza de solares abandonados no se ha conseguido poner en marcha. Y no se ha conseguido poner en marcha a pesar de estar incluida en los programas electorales de los partidos políticos y haberse conseguido también estar presente en el Pacte del Grau, que aún yo me pregunto por qué se llamó Pacte del Grau y no Pacte de Castelló.

Dicha ordenanza, a pesar de que los vecinos han denunciado por activa y por pasiva el abandono de números solares unidos a la insalubridad y peligrosidad que se desprendía de ellos por la falta de limpieza, no se ha puesto en marcha y, a modo express se ha ofrecido a los vecinos una exposición pública para que se aporten ideas y propuestas, es decir, ni tan siquiera estaba redactada.

Pero no todo va a ser promesas incumplidas, en la zona Oeste de nuestra ciudad hemos visto luces y sombras. Si bien por una parte se ha construido un puente demandado durante muchos años por los vecinos de la zona y que permitirá mejorar la comunicación de barrios como Rosario, Reyes, San Lorenzo, con la zona de la UJI. Pero también se está esperando y se suponía que en estos cuatros años los vecinos de la zona disfrutarían de un nuevo centro de salud y un nuevo colegio, y tendrán que esperar para poder verlo en marcha.

Hemos podido comprobar también que muchos colegios de Castellón han mejorado su imagen con actuaciones que eran necesarias y hacían falta, e incluso se han hecho campañas como Pinta Escola para pintar en modo de arte los colegios de nuestra ciudad. Eso sí, en colegios como San Agustín, por ejemplo, los alumnos, los días de lluvia no podrán asistir al colegio por no poder cruzar el Barranco del sol: colegios pintados pero aislados por el agua.

El pequeño comercio, las tiendas de barrio, a las que apoyan siempre los partidos políticos en sus programas electorales, han visto como la construcción de un nuevo centro comercial como Estepar que sumado a Salera hacen que este tipo de pequeños comercios tengan que pelear sobre viento y marea para poder sobrevivir y poder ver cómo cada vez más bajan la persiana muchos de ellos.

Ha sido de agradecer que el equipo de gobierno apostara por els bous al carrer y se comprometiera en ayudar a sufragar los gastos de la seguridad de los mismos. Y así lo hizo.

Hemos podido ver también en esta legislatura la puesta en marcha de procesos participativos telemáticos, a los cuales, una vez más, indicamos desde nuestra federación vecinal COASVECA que no estamos en contra de ellos, sino que se deberían complementar para no dejar a un lado a las personas que por la denominada brecha digital no pueden participar en ellos.

También hemos visto el proceso de cambio del nombre de nuestra ciudad. Si bien antes podíamos denominarla de forma bilingüe Castelló/Castellón de la Plana, ahora ha pasado a ser Castelló de la Plana. Y cabe recordar que desde las asociaciones vecinales propusimos al equipo de gobierno poner en marcha una consulta popular y que la ciudadanía decidiera de forma democrática y transparente.

La obra de la mejora del Camino La Plana era una de las demandas históricas que los vecinos pedíamos para mejorar la seguridad de los vehículos que circulan desde Castellon hacia el Grao.

El Plan General de Ordenación Urbana también era un punto caliente en esta legislatura y, si bien todo empezó bien con la creación de foros y mesas para participar y aportar opiniones tanto en la parte estructural como pormenorizada, terminó con la aprobación de la parte estructural a pesar de la no contestación de la gran mayoría de alegaciones presentadas durante las fases de participación y exposición. Esperando que en la parte pormenorizada se tenga más en cuenta las alegaciones y opiniones que los vecinos aporten.

Esperamos que, a partir de ahora, se tenga más en cuenta a la ciudadanía a la hora de participar y que achicar agua deje de ser necesario para que niños del distrito norte puedan acudir al colegio sin miedo o vecinos en general podamos visitar a nuestros enfermos en el Hospital General de Castellón sin pasar con botas de agua.

Esperamos también que en temas como el de la marjalería no se antepongan intereses de partido sino de la ciudadanía y no se vea como un puñado de votos.

Y cuento todo esto para contextualizar mi afirmación de que la gente normal, el pueblo no necesitamos de alquimistas del infortunio, que intentan transformar la indignación y esperanzas de la gente en votos, porque hace mucho tiempo que sabemos lo que debemos y no podemos hacer y viceversa.

Como he dicho en más de una ocasión, yo no entiendo de políticos, entiendo de personas y sobre todo vecinos y puedo asegurar que estamos más que preparados para afrontar cualquier verdad sin paliativos ni mentiras a medias, unidos y no enfrentados, todos a una sabiendo que independientente del que se examine, vamos a sacar un diez, pero sin trampas.

*Presidente Federación Coordinadora de Entidades Ciudadanas de Castellón