Querido lector:

Es tradicional escribir estos días nuestra particular carta a los Reyes Magos. Y desde Mediterráneo a sus Majestades de Oriente que hoy recorren la provincia de cabo a rabo les queremos pedir varias cosas. Regalos posibles, eso sí, basados en la realidad y para nada en utopías ficticias, de esas que ahora abundan.

Primero, un poco de optimismo y confianza con la economía. En los últimos dos años, Castellón ha sido capaz de reducir paulatinamente el desempleo ocasionado por la crisis con grandes esfuerzos y sacrificios por parte de todos, al igual que el resto del país. Y como sabemos que los tiempos de la bonanza desmesurada y de la ficción financiera se acabaron hace tiempo y que no volverán (ni deseamos que vengan tal y como fueron, engañosos y de graves perjuicios posteriores) pedimos que el crecimiento económico continúe su marcha, que sigamos creando empleo y sin tanta temporalidad ni precariedad y con más seguridad. Para ello, en estas fechas hay que insistir en que necesitamos estabilidad política y acuerdos de gobernabilidad. Las soluciones de nuevos periodos electorales y nuevas elecciones, que es a lo que parece que estamos abocados, no harán sino repercutir negativamente en la economía y retrasar o impedir la incipiente recuperación. Nuestra clase política debería saber responder a los deseos mandatados en las urnas y no recurrir de nuevo a ellas.

Pero además de ese entendimiento deseable en la política nacional, ya en nuestro territorio, precisamos también que los políticos autonómicos y municipales dejen de mirar atrás o mirarse unos a otros y comiencen a gobernar, a aplicar sus políticas prometidas con sus presupuestos propios ya elaborados y con sus pactos consensuados.

Los medios castellonenses estamos cansados ya de titular durante más de medio año que este o aquel político quiere o pretende hacer. Queremos titular que este o aquel político hace. Ya ha habido tiempo suficiente para consensuar. Ahora es tiempo de poner en marcha lo consensuado y que las administraciones inicien, colaboren y no dificulten el camino de la recuperación intentado por familias y empresas.